Villarato a la europea

Lo que para Tchité es roja para Piqué no es ni siquiera amarilla





Y lo decimos no solo por los dos penaltis no señalizados por Bjorn Kuiperns, el Ovrebo holandés. Ni tampoco por la clarísima falta de Piqué que precedió al gol de Zlatan Ibrahimovic. Lo que clama al cielo es la forma en la que los árbitros se saltan el reglamento, beneficiando como siempre al Barcelona y perjudicando a los equipos pequeños.

Nos referimos a la jugada que protagonizó Piqué durante el transcurso de la segunda parte al reclamar un posible penalti por manos de un defensor del Stuttgart sobre la linea gol. El bueno de Gerardo, en vez de protestar educadamente a ese colegiado que les premió en la primera penalti sin pitarles dos penaltis a favor de los alemanes, se puso las manos en los ojos imitando la forma de las gafas haciendo ver al árbitro que era ciego por no haber visto la jugada.

Una jugada que a priori no tiene importancia, pero que la adquiere si repasamos los antecedentes recientes de esta. Y el más reciente lo tenemos en el Racing - Málaga de hace dos semanas, que acabó con victoria del equipo malacitano por 0-3. En dicho encuentro, el delantero del equipo local Tchité protestó al colegiado de ese encuentro, Delgado Ferreiro, de una manera similar a como lo hizo Piqué. El resultado: roja directa para el jugador del Racing, que además le hacía perderse el partido... ¡contra el Barça, qué sorpresa!

La pregunta que cabe hacerse es por qué esta diferenciación de criterio entre un simple jugador del Racing y el del Barça. ¿Las uñas de Piqué están bañadas en oro y por eso no puede ser expulsado? ¿o es que en Alemania el gesto de Gerardo significa que está mirando por los prismáticos? Basta ya de adulterar la competición. Los árbitros deben impartir justicia de plan imparcial, y si para ello hay que parar la competición para que Villar y sus súbditos  dejen de destrozar este deporte, pues se hace y punto...