Pep tira la piedra y esconde la mano

Bajó a ver al árbitro durante el descanso del Barça-Málaga





Y es que, según informó Catalunya Radio, Pep Guardiola bajó en el descanso al vestuario del colegiado y le dijo: "mis futbolistas no hablan mal de vosotros, os tienen respeto, y merecen otro trato. Ahora, si quieres, lo pones en el acta". Unas palabras que, en caso de ser ciertas, supondrían un intento de manipulación hacia Rubinos Pérez. De todas formas, el árbitro no se mostró afortunado durante el encuentro y, más allá de anular correctamente un gol a Ibrahimovic, se tragó dos penaltis de los culés.

Pero realmente lo curioso de todo es que el técnico blaugrana no admitió tal información durante la rueda de prensa que dio tras el partido, aunque sí reconoció que fue a pedirle perdón  "porque cuando le enseñó la tarjeta a Piqué, me puse a aplaudir". Es decir, que en este caso, Guardiola debería haber sido expulsado y Rubinos hizo como que no se daba cuenta, tal y como dicta el Villarato.

Por ello, sea cual sea la verdad, Guardiola habló con el colegiado en el descanso y, además, le faltó al respeto durante el primer periodo. Un síntoma de nerviosismo en el técnico, quien no acostumbra a perder los modales de esta manera, si bien la proximidad del Real Madrid en la clasificación puede estar provocando que busque (aún más) los favores arbitrales. Y, por cierto, Rubinos no reflejó nada de ello en el acta...