El empate sacó su lado barriobajero

Hubo una pequeña tangana en el túnel de vestuarios





Según publica el diario Marca en su edición de este domingo, la alta tensión que hubo durante los 90 minutos del derbi barcelonés se trasladó a los vestuarios una vez acabado el encuentro. El motivo fue el duro juego mostrado por parte de los dos equipos, especialmente de los blaugranas, pues Daniel Alves no acabó el partido al ver dos tarjetas amarillas. De hecho, al parecer en la primera parte los jugadores de ambos bandos ya tuvieron sus más y sus menos, de manera que al finalizar el encuentro, el nerviosismo de los visitantes se disparó por sólo haber logrado un empate.

Curiosamente, uno de los más activos en esta trifulca fue el 'tímido' Messi. El argentino, que las suele matar callando, se mostró muy enfadado por el duro juego al que fue sometido por el conjunto periquito, por lo que no dudó en participar activamente en los tristes sucesos ocurridos en los vestuarios. Y otro que tampoco se logró contener fue Pep Guardiola, quien al término del partido le recriminó al cuarto árbitro el hecho de que Undiano Mallenco no prolongase los tres minutos exactos que había estipulado de añadido.

Así, se demuestra que el ambiente que actualmente reina en el Barcelona no es el mejor. Hechos como el de este sábado o el protagonizado por Guardiola en Almería demuestran que los culés no terminan de sentirse cómodos y que la cercanía del Real Madrid en la clasificación les preocupa. Ahora sólo restan cinco jornadas por delante y los blancos siguen estando a tiro de piedra de los culés, por lo que no sería de extrañar que situaciones como estas se repitieran en el bando catalán en lo que resta de temporada.