"Noto mucha positividad. El equipo siempre ha tenido ambición, pero esta vez noto algo especial, que la gente tiene ganas de que empiece el partido. Es especial, hay que hacer una remontada, estamos a un paso de una final y todo esto es muy importante", manifestó el canterano. Busquets, que apunta a la rapidez en el contraataque como arma italiana, se mostró convencido de que siguiendo la filosofía del Barcelona, la remontada es posible. "Tenemos que ser nosotros mismos. Tenemos una filosofía de tener la pelota y hacer un juego rápido, con triangulaciones, y creando muchas ocasiones de gol. Tenemos gente muy rápida arriba y hay que aprovecharlo. No hay que hacer nada que no seamos nosotros", indicó.
En este sentido, advirtió de que no tendrían que dejarse llevar por la ansiedad y sí tener el partido controlado en todo momento. "No nos tenemos que volver locos tirando balones arriba o chutando desde cualquier situación. Teniendo la pelota y elaborando, las ocasiones llegarán por sí solas. Cuanto más elaboremos, más llegaremos", aseveró al respecto. Sin embargo, la ansiedad podría jugar en contra de los intereses blaugrana. "Está claro que puede ser una cosa en contra nuestra. Pero estamos concienciados de que antes del segundo tiene que llegar el primero, son 90 minutos, es muy largo y seguro que va a dar para mucho. Con nuestro juego y la ayuda de la afición vamos a intentar ir poco a poco e ir a por la victoria, y esperando que el Inter no marque, tampoco", explicó.
Por último, agradeció el apoyo demostrado ya por la "mejor afición del mundo". "Llega un momento importante, en las otras eliminatorias siempre habíamos venido con un empate y ahora ha llegado la hora de la verdad, de hacer una remontada, conseguir un resultado favorable y ojalá sea así y tengamos una noche mágica. La mezcla entre jugadores y afición va a ser muy importante", aventuró.
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