El Barça de Teixeira gana robando

Villarreal 1-4 Barcelona





El submarino amarillo, apodo cariñoso con el que se conoce al Villarreal fue cualquier cosa menos una máquina de precisión. Desde el primer momento se demostró que los castellonenses tenían la puntería en la India y, por ello, las esperanzas de ver un partido igualado ante el Barcelona se desvanecieron pronto.

Tan pronto como Nilmar se quedó delante de Valdés más solo que la una. Lo más lógico, al menos, es que hubiera rematado a portería. Lo que sucedió fue que el balón acabó en el campo de Mestalla. El perdón de Nilmar, el que no debería tener el propio jugador a lo largo de la semana, dio paso al suicidio amarillo. Adelantamiento de líneas y unos agujeros que hasta el Barcelona supo aprovechar.

FICHA TÉCNICA:

VILLARREAL 1: Diego López; Ángel, Gonzalo, Godín, Capdevila; Bruno, Ibagaza (Llorente, min.46), Cani (Senna, min.46), Cazorla, Nilmar y Rossi (Fuster, min.82).


FC BARCELONA 4: Valdés; Alves, Puyol, Piqué, Maxwell; Busquets (Touré, min.79), Xavi, Keita, Messi (Jeffren, min.90), Pedro y Bojan (Ibrahimovic, min.84).

GOLES: 0-1, min.19, Messi, 0-2, min.33, Xavi, de libre directo, 0-3, min.41, Bojan, 1-3, min.67, Llorente. 1-4, min.87, Messi.

ÁRBITRO: Teixeira Vitienes. Amonestó con cartulina amarilla a Gonzalo (min.31), Capdevila (min.39), Godín (min.55)  y del Barcelona a Keita (min.53), Busquets (min.63) y Puyol (min.73).

ESTADIO: El Madrigal.

Messi, en remate más propio de un benjamín sin fuerza y Xavi de tiro libre con, casualmente, una barrera a una distancia superior a la reglamentaria, anotaron dos goles en los dos primeros acercamientos culés. No jugaban un pimiento, como a lo largo de los últimos meses, pero se encontraron con un Villarreal que adelantó los Reyes Magos a este primero de mayo. Incluso, uno de los jugadores más sobrevalorados de la Liga, Bojan, pudo dejar en evidencia a caballodelmalo Gonzalo Rodríguez. Al descanso, más goles de los merecidos sin pegar una patada a un bote por parte del Barcelona. La potra no les abandona y si asoma algún problema ahí estaba en la recámara ese árbitro llamado Teixeira.

El árbitro tenía miedo de una reacción local

Un árbitro pésimo que se cebó a tarjetas con los locales y al que sólo faltó arrodillarse ante los de Guardiola. Pese a su figura, el Villarreal cambió su estilo tras el descanso. Senna y Llorente devolvieron al banquillo a dos ex jugadores como Cani e Ibagaza. El Villarreal recobró energía y le metió el miedo en el cuerpo a un Barcelona que, precisamente, no andaba especialmente sobrado. Sí de ayuditas arbitrales. Pero no de físico.

Si Teixeira la había cagado hasta el minuto 82 en ese minuto se cubrió de gloria. El penoso colegiado, que ya había amonestado a Busquets en el minuto 62, le sacó una tarjeta al hijo del ex porterazo por perder tiempo cuando le iban a sustituir creyendo que era una cartulina sin más. Sin embargo, era la segunda del jugador. Cuando se dio cuenta, se excusó ante los jugadores afirmando que no había sacado la cartulina (se le ve en las repeticiones como levanta la cartulina al centrocampista catalán) para no dejar al Barcelona con 10. Una auténtica vergüenza lo de este señor que merecerá, no ya la nevera, sino un congelador del tamaño de la cagada que él mismo cometió. Una vez más, curiosamente, el beneficiado de la fechoría fue el Barcelona. Para que luego digan que no hay villarato. Jugando con 12 gana cualquiera.