Paraguay quiere dedicarle algo grande a Salvador Cabañas

La selección paraguaya llega a Sudáfrica con ganas de sorprender a todos





El combinado albirrojo selló su billete para la cita africana tras quedar clasificada en la tercera posición de las eliminatorias sudamericanas sólo por detrás de Brasil y Chile, a pesar de haber liderado el grupo durante ocho de las 18 jornadas que componen la carrera hacia el Mundial.

Es más, el conjunto dirigido por Gerardo Martino logró superar su mejor registro en esta fase de clasificación al sobrepasar la barrera de los 30 puntos (33), producto de 10 victorias, 3 empates y apenas 5 derrotas. Este éxito, sin embargo, quedó empañado meses después cuando uno de sus pilares, Salvador Cabañas, recibió un disparo en la cabeza que estuvo a punto de costarle la vida, pero que milagrosamente sólo le impedirá estar en Sudáfrica.

Por ello, Paraguay, tras haber realizado la mejor eliminatoria de su historia, quiere dedicarle al atacante del América mexicano la mejor de las actuaciones mundialistas, y al menos repetir lo conseguido en Francia 1998 y Corea y Japón 2002, torneos donde fue eliminada por dos respectivos finalistas de aquellas ediciones, Francia, primero, y Alemania después.

Y es que el actual equipo paraguayo respeta su característica aguerrida en defensa, aunque tiene un plus en la línea ofensiva con futbolistas de potencia y buen pie, capaces de poner en aprietos a cualquier defensa rival. Asimismo, la lección aprendida en Alemania 2006, donde no superaron la fase previa, les coloca en una situación inmejorable para reivindicarse en el panorama mundial.


El 'Tata' Martino fue el encargado de iniciar una nueva etapa entonces para una selección en la que la experiencia se presenta como el principal aval para superar la primera ronda donde Italia se presenta como el principal escollo y la rocosa Eslovaquia como la posible rival, con la modesta Nueva Zelanda con pocas posibilidades.

VALDEZ Y CARDOZO, 'DINAMITA' ARRIBA.

La albirroja tiene argumentos para superar esta ronda. Cuenta con un portero sólido como Justo Villar, del Real Valladolid y que afronta su tercer Mundial, y una defensa siempre de garantías y rocosas.

Arriba, pese a la ausencia de Cabañas, Paraguay cuenta con buenos jugadores como la dupla ofensiva formada por Óscar Cardozo y Nelson Haedo Valdez, que han logrado once goles entre ambos en la fase de clasificación.

El primero aporta experiencia en Europa, algo importante para afrontar este tipo de citas. Su buen hacer en Argentina, le sirvió para dar el salto al Viejo Continente, al Benfica portugués, donde forma actualmente un ataque letal con los argentinos Ángel Di María, Javier Saviola y Pablo Aimar.

En Portugal, Cardozo, que destaca por su poderoso juego aéreo, ha dejado claro que tiene un gran 'olfato' goleador y que puede ser un peligro para las defensas rivales, como demuestran sus 26 tantos ligueros con el conjunto 'encarnado' en esta campaña.

Por su parte, Valdez aporta otras características como una mayor velocidad y es recordado por marcar el tanto que derrotó a Argentina en Asunción y que dio el billete para Sudáfrica. También buen rematador, aporta la experiencia de haber dado el salto a Alemania con 17 años y de haber tenido un buen paso por el Werder Bremen.

GERARDO MARTINO BUSCA LOS PRIMEROS CUARTOS GUARANÍES

La dirección corre a cargo de Gerardo Martino, uno de los tantos entrenadores argentinos que destacan actualmente en el fútbol sudamericano. Talentoso volante ofensivo en la década de los noventa, tratará de infundir su conocimiento en la vanguardia para llevar a Paraguay al mismo éxito que alcanzó como preparador en los clubes de esta tierra.

En concreto, su buen balance a partir de 2002 en el Cerro Porteño y en el Libertad, fundamentan la buena armonía que impera en las filas latinas. A menudo comparado con su maestro Marcelo Bielsa, sus premisas son básicas, el trabajo serio y responsable, con el cual la albirroja logró la mejor clasificación de su historia.

De todos modos, cuenta con menos experiencia internacional que el 'Loco' y su apuesta ofensiva es más conservadora. Todo ello lo suple con un profundo estudio del rival y el mensaje a su equipo de aparcar las individualidades en beneficio del grupo.