La redacción de DC analizó el debut

Tras la derrota de España ante Suiza





Dani Castellanos

Lo de Suiza es una más del gafe que persigue a España en los partidos inaugurales de los Mundiales. Pero la diferencia respecto a otros años es que esta Selección se ha ganado el derecho a equivocarse una vez. Bien es cierto que el doble pivote Sergio Busquets - Xabi Alonso chirría un poco, y que este equipo todavía no ha aprendido a jugar contra equipos que plantan el autobús en la frontal de su área (se ha abusando en exceso en las internadas por banda de Navas cuando éste ha salido en la segunda parte). Pero Chile y Honduras son escuadras que, en condiciones normales, no deberían oponer mucha resistencia ante España, por lo que de momento podemos ser optimistas. El problema reside ahora en el cruce, ya que, si un milagro no lo evita, nuestro rival será la ultradefensiva Brasil de Dunga. Y analizando el nivel exhibido ante Suiza, ¿será este suficiente para eliminar a la pentacampeona? Esa será la prueba del algodón para este equipo, que jugando al fútbol es una maravilla, pero que en los Mundiales, no lo olvidemos, no se ha comido un colín.

Jaime de Carlos

Me quedo con una sensación agridulce. España desplegó el mejor juego de una selección en lo que llevamos de Mundial, pero aún así no fue capaz de marcar ni un gol a un combinado claramente inferior que se había encerrado atrás. Se puede aludir a la mala suerte, al mal arbitraje (penalti a Silva no pitado, gol suizo en fuera de juego); pero está claro que este equipo sufre mucho cuando el rival le plantea un encuentro desde el orden táctico. Sin embargo, mi pesimismo va ahora más allá. No dudo de la victoria ante Honduras, pero Chile me da mucho respeto. Son competitivos y cancheros. Malo el jugarse el todo o nada el último día contra ellos. Pero lo que me incomoda más es la sensación de mala suerte que queda tras el partido. Los viejos fantasmas empiezan a llamar a la puerta (gol encajado de rebote, fallos en los mano a mano...) y ahora es cuando esta generación tiene que demostrar que lo de Viena no fue una excepción en la larga historia negra de la 'Roja'.

Bela Cabrera

La selección ha hecho su fútbol, lo que sabe hacer,  que es tocarla y tocarla hasta que las oportunidades lleguen por sí solas. Lo que pasa es que cambió el tipo de juego rival. No es lo mismo jugarle a una selección que quiere buscar un resultado positivo o de mayor hambre de victoria, como bien fueron Francia o Argentina a las que España barrió en sendos amistosos, que jugarle una selección cuya táctica es 9-0-1. Y es que atacarle a una maraña defensiva no es nada fácil. La clave, sin duda, hubiera estado en ‘abrir el melón’, porque de esa manera los de Hitzfeld hubiesen tenido que abrir la puerta del autobús y todo sería más fácil. Pero claro, no todo es esperar a que te entre la pelotita, sino que el rival tampoco te sorprenda a ti. Y es lo que ha pasado contra Suiza: la tuvieron y la hicieron. Y si ya costaba meterle uno, imposible hubiesen sido dos. Desafortunado resultado que debe bajar los humos a muchos, pero que puede despertar a la bestia que ‘La Roja’ lleva dentro.

   David Jorquera

Lo que queda demostrado tras esta derrota es que España es HUMANA pero, por suerte, y aunque suene paradójico, somos los mejores del campeonato. De largo, además. Que a Suiza le viniera Dios a ver en el día ‘d’ y la hora ‘h’ no significa nada. Esto es fácilmente superable. Eso sí, los árboles no pueden tapar el bosque de Don Vicente. Villa está demasiado aislado arriba. Necesita compañía. Pueden ser Torres (como dupla atacante) o Fábregas (actuando en la mediapunta), pero un compañero arriba le haría bien al asturiano y, por ende, a la selección. Xabi Alonso debe jugar solito en el centro del campo junto a Xavi e Iniesta. Parecerse, dentro de lo que cabe, al equipo de la Eurocopa debe ser la consigna. Con el cambio de Senna por Xabi, simplemente. El resto, con los Iniesta, Xavi, Silva, Villa y Torres/Fábregas. Y, sobre todo, más profundidad. Esa es la consigna, a España le faltó profundidad y velocidad. Y le sobró centrar sin ton ni son a delanteros de 1.70 de altura balones bombeados ante centrales de 1.90. Retocando ciertas cosas, España dará guerra. Para mí, su crédito sigue intacto.


                                  Alberto Piñero

Antes del partido había mucha fe en este equipo… y hay que seguir teniéndola a pesar de haber perdido. España murió, sí, pero lo hizo merced a una carambola y siendo fiel a su estilo. Si no se marcó fue en parte porque no hubo suerte de cara al gol, y en parte porque quizá se pecó de exceso de confianza en algunas ocasiones, pero en condiciones normales se hubiera ganado. Como se ha hecho en los últimos tiempos. Concretamente se han perdido sólo dos partidos desde el 15 de noviembre de 2006. Por algo será…

Lo único, me gustaría ver a España jugando contra rivales inferiores sin ese doble pivote en el que hoy Busquets apenas ha tenido protagonismo. Con más bandas u otro delantero, quizás tenga otro aire distinto. Pero no hay ni mucho menos motivos para alarmarse aún. Hay calidad, hay equipo, y habrá alegrías.

Roberto Benito

España ha estado gris, no vamos a negarlo. Las pocas ocasiones de las que ha gozado han sido cuando los suizos han dejado espacios atrás, pero no se han generado mientras los dirigidos por Ottmar Hitzfeld han estado esperándoles atrás. Xavi muy lastrado por el marcaje del capitán suizo Inler, Villa desaparecido, Silva e Iniesta a fogonazos, etc. No ha existido una continuidad en el juego. Ha mantenido el balón y la posesión pero no ha sabido traducirla en peligro constante; muy previsible y lento. Ha acabado con Navas haciendo internacionales a los centrales suizos a base de centros. Y pregunta obligada: LLorente, ¿por qué no ha entrado? No se me ocurren mejores circunstancias para él. Por otra parte, hay que estar más concentrados atrás a pesar de que no se participe mucho, y así evitar goles como este. También he echado de menos a Cesc (mucho), al que habría metido de inicio en lugar de Xabi o Busquets, que NO deben jugar juntos de inicio, nunca. Con todo esto, España sigue siendo la máxima favorita a alzarse con la Copa del Mundo.