En los Mundiales la suerte no está con España

Sólo en 1950 se coló entre los cuatro primeros, pero no había eliminatorias


Camacho, en el partido ante Corea en 2002




En 1950, Brasil acogió el cuarto mundial, tras 12 años de parón como consecuencia de la II Guerra Mundial, pero por entonces, no había eliminatorias directas, sino que se debía superar una fase de grupos, donde los españoles quedaron encuadrados con Estados Unidos (3-1), Chile (2-0) e Inglaterra (1-0).

Las tres victorias permitieron que España se clasificase como primera de grupo para la ronda final, donde tampoco había eliminatorias directas, sino que los cuatro ganadores de la primera fase disputaban una liguilla para dilucidar el campeón. El grupo final estaba compuesto por Brasil, Suecia y Uruguay. España empató su primer partido ante Uruguay (2-2). Después, la selección que por entonces dirigía Guillermo Eizaguirre se midió a Brasil, que les endosó un contundente 6-1. España se despidió del campeonato con una derrota ante Suecia (2-1) pero habiendo conseguido la mejor posición de su historia en un mundial.

El Mundial del 'Maracanazo' dejó la sensación de que la selección pronto brindaría éxitos a un país enconado en el régimen franquista. Sin embargo, España no regresó a una fase final hasta 1962, en Chile, cuando perdió en el grupo a las primeras de cambio, al igual que cuatro años más tarde en Inglaterra.

Doce años después, en Argentina, España regresó a un Mundial que no volvería a abandonar en ninguna de sus ediciones posteriores, obteniendo los mejores resultados en Estados Unidos 94, donde Italia fue el verdugo en cuartos de final; lo mismo que Corea y Japón en 2002, entonces con el árbitro Al Ghandour como protagonista y en los penaltis.


Hace cuatro años, España, comandada por Luis Aragonés, acudía a Alemania con la vitola de ser una de las favoritas y con una selección que mezclaba experiencia con juventud. En la fase de grupos se deshizo sin dificultad de Ucrania (4-0), Arabia Saudita (1-0) y Túnez (3-1), consiguiendo el pase para los octavos de final, donde la francia de Zinedine Zidane fue el último rival.

En la Eurocopa todo cambió

La historia sonríe un poco más a España cuando se trata de la Eurocopa, competición que comenzó a disputarse en 1960, cuatro años antes de que España se alzase con su primer título europeo a nivel de selecciones.

Dirigidos por José Villalonga, los Luis Suárez, Gento, Fusté,  Amaro e Iribar consiguieron un éxito sin precedentes. En el torneo participaron 29 combinados nacionales, que disputaban eliminatorias a doble partido en sus países de origen, excepto las semifinales y la final, que se celebraban en España.

Tras esta victoria, España nunca pudo superar la frontera de los cuartos de final --ya que en el 84 tampoco hubo eliminatorias antes de que se perdiera la final-- hasta que en 2008, Luis Aragonés obró el milagro y se reescribió al superar a Italia en una agónica tanda de penaltis para después proclamarse campeón en la final contra Alemania.