El sueco, que fue el único jugador blaugrana que no celebró en el césped el Trofeo Joan Gamper, atendió sólo a la prensa italiana y aprovechó para encender una mecha que hasta ahora estaba solo prendida por su representante, Mino Raiola. "En los últimos seis meses solo se ha dirigido a mí dos veces. Yo no tengo ningún problema, pero Guardiola lo debe tener conmigo", lamentó.
No obstante, recalcó que está "feliz" en Barcelona y reiteró que no tiene ningún problema. Por ello, no entiende por qué si la directiva le dice que no está en venta, algo que le tranquiliza, después Guardiola no se habla con él. "Tengo un problema con Guardiola, pero no sé cuál es", espetó.
El técnico blaugrana no quiso echar más leña al fuego y se limitó a responder que “si he hablado dos veces con él será por una razón, soy entrenador del Barcelona no de un jugador” señaló Guardiola en rueda de prensa tras el partido del Trofeo Joan Gamper.
Ante esta situación parece obligada la salida del delantero sueco con dirección al Milan, único pretendiente, aunque no a cualquier precio de manera que el Barcelona perderá una gran cantidad de dinero, ya que hay que recordar que ficho al delantero el pasado verano por una cantidad cercana a los 80 millones de euros.
A lo largo del día se van a producir otra reunión entre las dos directivas para buscar una solución. El conjunto italiano busca una cesión mientras que el Barcelona quiere un traspaso que le permita librarse de la alta ficha que tiene el jugador y recuperar una parte de la inversión realizada.
Sin embargo, el representante del jugador, Mino Raiola, ha declarado en la emisora italiana Radio24 que “el acuerdo está aún muy lejos, es una operación muy compleja y muy costosa”.
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