Fue en el choque entre Hungría y San Marino, donde la selección centroeuropea ganó 8-0. Y entre la marea de goles, destaca el cuarto, obra del ex delantero del Castilla. El húngaro, de espaldas a unos treinta metros de la portería, se eleva el balón con la derecha para empalmar el esférico a la media vuelta dibujando una volea perfecta. Como ya hiciera Henry con el Arsenal en un partido ante el Manchester United, aunque mucho más cerca de la portería.
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