Glasgow, próximo campo de batalla de la campeona

La actual campeona del mundo y de Europa volverá a tener enfrente un rival aguerrido y que se plantará atrás, como le sucediese el pasado viernes ante Lituania, frente a la que tuvo que pelear para ganar con suficiencia y con efectividad en el juego aéreo, precisamente una de las especialidades del fútbol escocés, que no atraviesa a nivel de selecciones un gran momento.

Los hombres de Vicente del Bosque se encontrarán con el entramado defensivo siempre difícil de abordar de una Escocia, que en su último partido frente a la República Checa renunció a jugar con delanteros y se llevó como premio una derrota por 1-0. Los de Craig Levin apelarán a su carácter y a su condición de local, además de su habitual juego siempre al límite, para frenar a los españoles, que ante todo deberán estar atentos a las jugadas a balón parado, única vía real por la que pueden hacer daño a los visitantes, muy superiores a nivel técnico.

Ramos o Arbeloa, la única duda

El técnico salmantino sabe que la iniciativa será totalmente de sus jugadores y que tendrán que superar un planteamiento defensivo. La buena noticia en este sentido es que recupera a Xabi Alonso, ausente por anginas ante los lituanos, lo que liberará a Andrés Iniesta de la creación y dotará de una contundencia necesaria en el centro del campo. Del Bosque está pendiente del estado de Sergio Ramos, con un golpe en el tobillo que le hizo retirarse antes del final del partido de El Helmántico, aunque parece que el andaluz, destacado ante Lituania y fino en sus llegadas, será de la partida. La entrada de Alonso sacará del once a Santi Cazorla, porque el seleccionador también seguirá confiando en David Silva, autor de un gran partido el viernes, David Villa, pese a su "ansiedad" de cara al gol, y con Fernando Llorente.

El delantero riojano demostró ante los duros defensas bálticos sus condiciones para aportar cosas diferentes al estilo ofensivo de la campeona del mundo. El jugador del Athletic anotó dos tantos de su especialidad, de cabeza, y su estatura y su corpulencia pueden resultar claves para abrir huecos en la rocosa y lenta defensa escocesa. Además, arriba, se espera que el 'Guaje', volcado a la izquierda, acabe con su racha negativa y por fin alcance y supere a Raúl González. Para tener éxito, España deberá circular la pelota con movilidad y rapidez para desarbolar la 'muralla' británica, que no se andará con contemplaciones a la hora de frenar esta cualidad de la 'Roja' y que intentará llevar el partido hacia sus virtudes.

Escocia, un ogro venido a menos

Y es que con el favoritismo total del combinado español en el Grupo I, la segunda plaza se presenta como el premio para el resto de rivales y Escocia sabe que sus opciones pasan por pelear con checos y lituanos para volver a una gran competición después de que su ultima aparición fuese en el Mundial de Francia de 1998. Por ello, un empate no sería visto, seguramente, por los locales como negativo, mientras que el triunfo español cerraría, a nivel oficial, de buen modo el exitoso 2010 y dejaría todo bien encaminado para 2011. Escocia llega un tanto revuelta al partido. El planteamiento de Levin ante la República Checa ha sido muy criticado, pero para el partido de Hampden Park, lugar de grato recuerdo para Del Bosque e Iker Casillas por la conquista de la 'Novena', no se espera una apuesta más ofensiva.

El técnico sólo tiene la seria de duda de Hutton, que seguramente será sustituido por Phil Bardsley, pero podría incluir en el once a su mejor goleador, Kenny Miller, 'pichichi' con el Rangers de la 'Premier League' escocesa, en detrimento del joven Mackie, titular en Chequia, para dar una esperanza a sus aficionados, que se volcarán con su equipo pese a todo. Escocia no ha ofrecido tampoco buenas sensaciones en sus otros dos partidos del grupo. No fue capaz de ganar ni de marcar en su visita a Lituania, y ante la modesta Liechtenstein pasó muchos apuros para ganar por un ajustado 2-1, donde fue perdiendo 0-1, remontando en el minuto 97 con un gol del central McManus, lo que demuestra sus problemas ofensivos de un equipo donde el talento reside en Darren Fletcher, centrocampista del Manchester United.