Iker Casillas . El portero del Real Madrid para casi todo lo que va a puerta, pero sus guantes no le alcanzan para blindar a su chica, Sara Carbonero, de los focos de la prensa y de sus afilados disparos. Y en este campo, los goles mediáticos que más le han dolido han sido los marcados recientemente por el diario El Mundo, que desde su suplemento rosa de los sábados -La Otra Crónica- ha sacado de quicio al joven mostoleño.
El enfado del guardameta campeón del Mundo con el periódico dirigido por Pedro Jota Ramírez es mayúsculo y no tiene pinta de ser pasajero. El mosqueo ha llegado a tal punto que Casillas ha renunciado estos días al premio que le habían concedido como hombre del año, galardón que finalmente ha recaído ex aequo en el tenista Rafael Nadal y el entrenador de la selección de fútbol, Vicente del Bosque.
Unas semanas antes, el diario de la Avenida de San Luis había publicado una información en la que hacía referencia a la presión que Sara Carbonero, por su trabajo y por su nivel de popularidad, podría estar sufriendo. Esta situación de agobio extremo habría llevado a la periodista a pérdida notable de peso y a un cambio de carácter sustancial, hasta el punto de desconfiar de cualquier persona que no pertenezca a su círculo más íntimo.
Estas alusiones y otras pasadas hicieron que Casillas tomara cartas en el asunto. El capitán de la Roja se las ingenió para conseguir el número del teléfono móvil de Pedro Jota Ramírez y procedió a descargar su ira. Más crispado que tras el 5-0, el portero le reprochó el tono y las imprecisiones que recogían las informaciones publicadas por el suplemento de El Mundo sobre su novia, para la que pedió una vez más máximo respeto.
Sin embargo, Casillas chocó de frente con un peso pesado, un astifino de más espolones. Aunque el portero de El Real Madrid insinuó que dejaría de atender a los periodistas deportivos del periódico, Pedro Jota no se amedrentó. El controvertido director contestó al madridista con bastante flema, y rebajando la tensión, que esa opción probablemente sería la menos conveniente para sus intereses. Y a buen entendedor, pocas palabras bastan.
Aun así, el pulso sigue todavía en el aire. Sea como fuere, Casillas se mantiene en sus trece y tras ese último incidente se ha atrevido a rechazar el premio del periódico, bastante sorprendido a la vez porque desde la publicación, sabiendo las diferencias existentes, se dirigieran a él para galardonarle. De momento, con las medallas de campeón del mundo, premio Príncipe de Asturias y ‘Guante de Oro’, al portero le sobran reconocimientos.
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