El hijo de Mourinho

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tener 11 años y convertirte en protagonista involuntario de un partido del Real Madrid  porque tu padre ha cruzado medio campo para dedicarte la victoria, debe ser una pasada. Si además esa acción evita el análisis del partido donde se han marcado 6 goles es increíble. Si añadimos que a tu padre, un jugador del equipo contrario, le ha tirado una botella de agua por celebrar contigo la victoria entonces hablamos de una heroicidad. Lo que parece claro es que José junior se siente orgulloso del padre que tiene y del cariño que le profesa.

José Mourinho es el segundo hijo de José Mário dos Santos Mourinho Félix y de Matilde, Tami para los más cercanos. Tiene una hermana mayor, 14 años, que se llama como la madre y que por suerte para ella no tiene tanta pasión como el niño. Los cuatro forman una familia católica, creyente y que intenta preservar su intimidad en una ciudad como Madrid donde el padre es más famoso que el presidente del Gobierno o que el rey de España.

Junior es un chaval, según me cuentan, que tiene pasión desmedida por el fútbol, le gusta ser portero y desde su llegada a Madrid juega en el alevín B de un club que colabora con el Real Madrid, el ACD Canillas, ubicado en el barrio de Hortaleza y con cincuenta años de historia. Su presidente, Manuel Álvarez, es un empresario que emplea su dinero en la formación del deportista por encima de la competición. Es más importante saber perder que saber ganar.

El padre acude regularmente a los entrenamientos de su hijo, acompañado de guardaespaldas y con vestimenta deportiva que le permite ocultarse tras una capucha para no llamar la atención. Como buen entrenador acepta una máxima que imparte el psicólogo deportivo, Luis Alcolea, en este club: respetar el "triangulo deportivo", el que forman jugador, padre y entrenador. El técnico del Real Madrid no interfiere en la formación deportiva de su hijo, pero si comparte almuerzos y charlas con los padres de otros chavales que juegan en el equipo, además de con los empleados y técnicos del ACD Canillas.


Los periodistas que cubren la información del Real Madrid, incluso algún director de periódico, pagarían por poder estar presentes en esas charlas de Mourinho con los otros padres. Sus polémicas ruedas de prensa, esas en las que confiesa "Todo lo que hago se valora como negativo", son poco polémicas al lado de la sinceridad que muestra cuando se siente sin la presión mediática. Algunos de los que han tenido el privilegio de escuchar sus confesiones cuentan que José Mourinho no entiende como en el Chelsea o el Inter en la dirección del club no hay tantos intermediarios como en el Real Madrid. Se pregunta por el trabajo que desarrollan Valdano, Pardeza y Butragueño. Esto no parece sorprendente porque alguna vez ya ha mostrado su disconformidad con el organigrama del club.

Lo novedoso es lo de la cantera. Mourinho está escandalizado y muy preocupado con la tontería que rodea a las jóvenes promesas del club blanco, más pendientes de mejorar sus contratos y la publicidad que por su trabajo como futbolistas. El portugués no entiende el nivel lujo de los vehículos que hay en el parking de las categorías inferiores. Lo considera excesivo para chavales que no superan los 21 años.

El pasado día 12 de diciembre debutaba con el Real Madrid el canterano Álvaro Borja Morata, un chico nacido en 1992 y que había llegado de las categorías inferiores del Getafe. Morata, al que algunos llaman la gran esperanza blanca, fue requerido por Mourinho en el primer entrenamiento posterior a su debut. Resulta que el chaval siempre utilizaba botas Nike y en ese entrenamiento se presentó con el mismo calzado, pero sin logotipo. Mourinho le consultó si había sucedido algo y el jugador, un poco asustado, explicó que su representante le había aconsejado tapar la marca a la espera de que llegara una oferta publicitaria. Mou de esta forma confirmaba su teoría sobre las preocupaciones de los canteranos.

Lo llevan en secreto pero en el vestuario del ACD Canillas ya han señalado una fecha del mes de enero, muy próxima, como el gran día. Mourinho les ha prometido a su hijo y al presidente que llevará el trofeo de Mejor Entrenador 2010, el que le entregaron en Zúrich, Quiere compartirlo con todos, para que lo puedan ver y tocar.

Espero que para evitar malos entendidos el Real Madrid traslade el asiento del pequeño José justo detrás del banquillo de su padre, para que el cariño que ambos se profesan sea todavía más cercano. Los que somos padres sabemos que un hijo es lo más grande que un ser humano puede tener, por eso aplaudo a Mou y envidio a su hijo. Yo perdí a mi padre cuando tenía 15 años.