Se trata de apuntes originales de Mourinho, en los que se reflejan ideas sobre profundidad de juego, balón parado y llegada del equipo madridista, así como otras consideraciones técnicas más genéricas, por ejemplo el cálculo de partidos que tiene que jugar el Real Madrid en los diez meses que dura la competición.
Mourinho escribe rápido en idioma portugués, prácticamente ininteligible para una lectura normal, con pluma de color negro y separando los conceptos con una raya horizontal para una más rápida revisión cuando resulta preciso.
Son ideas rápidas, de aplicación o corrección inmediata,Mourinho usa la libreta desde siempre como apoyo a su memoria en el banquillo. Observa y apunta frases cortas o palabras
Esto indica que son ideas a borbotones, al ritmo endiablado de un partido, que compulsivamente Mourinho escribe y deshecha sin miramientos
Un bloc de notas de casi siete años de antigüedad firmado por el actual entrenador del Real Madrid, Jose Mourinho, por 2.500 euros. Ese es el anuncio que aparece en la web portuguesa CustoJusto.
El cuaderno no es uno cualquiera, sino el que el técnico utilizó en su último partido en el Oporto, equipo al que entrenó desde 2002 a mayo de 2004 y con el que ganó dos Ligas, una copa de la UEFA y una Liga de Campeones. Mourinho se lo regaló al termino del partido Oporto-Pacos de Ferreira a un antiguo compañero de la Asociación de Entrenadores de Oporto y el hijo de este, Ricardo Fonseca, lo ha puesto a la venta seis años y medio después. "Mi padre saludó a Mourinho en el descanso del partido y al volver de los vestuarios,
Para su sorpresa, se lo regaló", ha declarado a la web maisfutebol. Fonseca reconoce que no quería desprenderse de la libreta, pero considera que ahora tiene "una buena oportunidad" para ganar una cantidad de dinero que ya le habían ofrecido por ella.
El cuaderno incluye anotaciones sobre la manera de marcar a los jugadores del equipo contrario, los movimientos tácticos de los dos conjuntos y un dibujo del once titular con el lituano Jankauskas, el sudafricano McCarthy y el brasileño Derlei
DEJA TU COMENTARIO