los goleadores chocan el miércoles

Ese duelo que se presenta y se publicita más desde el choque entre Messi y Cristiano, vive de las diferencias.





 

Llegaba quizás en su momento más complicado desde que viste la camiseta del Real Madrid. Cuatro partidos sin convertir, con el Barcelona alejándose cada vez más en la Liga y con un Messi imparable que venía de otro hat-trick. Ese era el panorama para Cristiano Ronaldo antes de empezar el partido frente a la Real Sociedad. Pero sin obsesionarse, el luso despejó todas las dudas, convirtió dos buenos goles y demostró que llega afilado para el partido del miércoles en Suiza: Argentina-Portugal.

Ese duelo que se presenta y se publicita más desde el choque entre Messi y Cristiano, vive de las diferencias. Leo, cultor de un perfil bajo, sin frases que generen polémicas, pero con un instinto natural para convertir infinidad de goles en un equipo que por juego y estadísticas parece poco tener que ver con el resto del fútbol actual.

Del otro lado, un jugador más de estos tiempos, el CR7 de perfil mediático, quejoso, hablador y creador de discusiones, e individualista pero efectivo dentro del campo de juego.


Y con su estrella de vuelta al brillo, el Real Madrid aprovechó que el portugués se encontrara con su mejor versión. Convirtió el segundo y el tercero del conjunto merengue, con los que alcanzó a Messi en la tabla de goleadores con 24 tantos para cada uno. Primero con un fuerte remate de zurda y más tarde con un cabezazo impecable, aunque ayudado por los defensas vascos que miraban las acciones del portugués, todo en la primera mitad.

Dentro de la buena noche de CR7, otro que estará en el amistoso como Angel Di María entró para jugar la última media hora y anduvo bien, le dio la asistencia a Adebayor en el cuarto gol. La sorpresa fue que Ezequiel Garay (también convocado) estuviera de titular por primera vez en esta Liga: cumplió. Mientras que Gago lo vio desde el banco.

Los números están a la vista, los goleadores del fútbol mundial chocan el miércoles. Messi vs. Cristiano, ¿quién ganará?