El FC Barcelona está comenzando a mostrar una imagen al mundo que había tratado de esconder durante los últimos años: la falta de deportividad y fair play ante el Real Madrid, eso de lo que tanto presumen jugadores, técnicos y directivos, ha puesto al club catalán en el ojo del huracán y está llenando muchos periódicos en el Reino Unido.
La palabra divers, piscineros en castellano, aparece por doquier en los artículos de la prensa inglesa, y tanto jugadores como técnicos han declarado su indignación por el comportamiento de los futbolistas de la plantilla culé. Desde Rio Ferdinand o Michael Owen tras el encuentro de ida hasta Wilshere en el choque de vuelta.
Del mismo modo opinan los técnicos, entre ellos Harry Redknapp, del Tottenham, que en su columna de The Sun habló de las semejanzas entre los clásicos y un combate de lucha libre, además de calificar como “basura” las acciones teatrales de los culés: “Pepe fue expulsado y Daniel Alves cayó rodando como si estuviera muriéndose. Entonces, de repente, se levantó de un salto y estaba absolutamente bien”, afirmó.
Toda Inglaterra tiene en boca al Barcelona, que no dejará que los culés gocen de los mismos favores en la final de Wembley. Una denuncia a tiempo provocará que la UEFA se corte un poco más en el encuentro del 28 de mayo ante el Manchester United. ¿O no?
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