Mientras Alves portaba la bandera brasileña con orgullo, internacionales españoles como Víctor Valdés o Xavi Hernández sólo le hicieron caso a una bandera de Cataluña que alzaron al aire y que captaron todas las cámaras, la misma que luego fue anudada a una de las orejas de la copa de la Champions League ¿Y la bandera de España? Ni rastro de la misma.
Decir que se representa al fútbol español queda muy bonito de cara a la galería pero también hay que tener en cuenta que el movimiento se demuestra andando ¿El Barcelona es español? Desde luego que sí. Por eso se echó en falta alguna bandera española del fútbol al que representaba en esta competición. Lejos de ideologías políticas y demás intereses de los de siempre, ese detalle hubiera sido una buena guinda. La misma que se echó en falta y que, probablemente, pocos o muy pocos denunciarán públicamente.
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