El centrocampista celebró el triunfo en la Supercopa europea exhibiendo en su espalda una bandera catalana independentista. La misma no está recogida dentro de la Constitución española, por lo que su gesto inmediatamente pasó a protagonizar las redes sociales como Twitter. Tal fue el revuelo generado que el propio Cesc se vio obligado a excusarse en la red de micromensajes, al señalar que "mis compañeros me han dicho que alguien esta ofendido por una bandera quellevaba puesta. Perdón, pensaba que era una bandera catalana como todas".
Una justificación sorprendente, pues, una de dos, o el jugador fue engañado por quien le dio la bandera o no entendía muy bien el significado de la misma, a pesar de ser catalán. Sea como fuere, una vez más el Barcelona ha demostrado a través de sus jugadores muy poco tacto con el resto de aficionados culés que son del resto de España y que se sienten tan barcelonistas como puede sentirse cualquier catalán.
Además, se da la coincidencia que hace exactamente un año, en las celebraciones por Madrid del Mundial español, se produjo una anécdota sintomática. Durante el paseo por la capital en el autobús (ver vídeo), Cesc portaba una bandera española que agitaba en dirección al público congregado. Pues bien, su compañero y amigo Piqué optó por arrancarle la misma de las manos para tirarla a la calle (minuto 1:13). Un gesto que podría contribuir a aclarar qué influencias y papel tiene en Cesc su nuevo entorno barcelonista.
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