Sacchi, buen conocedor del fútbol español tras su paso por el banquillo del Atlético de Madrid en 1998, del cual fue despedido a mitad de temporada, y por la dirección futbolística del Real Madrid entre 2004 y 2005, se lamentó de que el fútbol italiano haya hecho de su identidad "sólo la defensa y el contragolpe", y que así su fútbol "se haya reducido al mínimo".
El ex entrenador del legendario Milán de los años ochenta, puso como ejemplo de la que sería su concepción del fútbol al Barcelona, "un equipo armonioso". "Si el fútbol fuese un hecho individual"-dijo Sacchi- "y no de funcionalidad, el Barcelona no habría prescindido jamás de Ibrahimovic para apostar por David Villa, o de Ronaldinho y Deco para promocionar a Busquets y Pedro, muchachos que venían de la Segunda División B".
Sacchi consideró que el fútbol italiano vive "demasiado del momento", y en un ambiente que "no es sano, sereno, competente ni paciente", que hace imposible la planificación de proyectos a largo plazo. "Hemos siempre concebido el fútbol como un deporte individual y hemos descuidado constantemente el juego, que es el componente abstracto que ensambla todo", reflexionó. Sacchi concluyó: "Hemos siempre pensado al espíritu, pero no a aquello que da armonía".
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