Hleb, el enésimo fiasco de Pep

El futbolista bielorruso es el nuevo ejemplo de la 'exitosa' gestión culé





La última jugada maestra de Pep Guardiola será despedir a un jugador que el FC Barcelona ya no sabe a quién colocar. La planificación deportiva del club azulgrana es así, aunque pretendan decir lo contrario. Quitarse el marrón de encima es lo único que buscan, sin importar lo más mínimo el destino del futbolista. Hleb llegó a Can Barça en julio de 2008 procedente del Arsenal a cambio de 15 millones de euros. Se esperaba más de este extremo que un año más tarde abandonaba la disciplina culé por falta de oportunidades y por sus continuas lesiones. El Sttutgart sería su primer destino, el Birmingham el segundo y el Wolfsburgo el tercero.

No encajó en ninguno de los tres conjuntos y el último, el Wolfsburgo, ha decidido a mitad de temporada no seguir tragando con un tipo que se pasa más tiempo en la enfermería que sobre el terreno de juego. La patata caliente pasa al Barcelona, pero por poco tiempo, ya que la dirección deportiva culé no se molestará en buscar equipo a un hombre completamente devaluado. La rescisión de su contrato será la solución de un Barcelona que ha tenido suerte, al fin y al cabo, ya que sólo deberá pagar los seis meses de contrato que le quedaban al jugador. Y santas pascuas. Aunque, al igual que ocurriera con otros precedentes, el bielorruso no ha salido barato al Barcelona.

A los 15 millones que costó hay que sumarle la ficha que ha estado cobrando durante estos cuatro años y la indemnización de 5 'kilos' que el Barcelona hubo de pagar al Inter cuando decidió romper el contrato de cesión pactado con el club neroazzurro como parte del pago del fichaje de Ibrahimovic. Una sangría de billetes tirados a la basura por parte de los culés. Con esa gestión, no extraña que no tengan dinero. 25 millones por Chygrynskiy, 46 más Eto'o (lo valoraban en 20 pero costaba mucho más) por Ibrahimovic, 15 más la indemnización y la ficha de todos estos años de Hleb... Un despilfarro que, seguramente, la prensa culé definiría como impropio del Barcelona. Pero esta ha sido, es y será su política. Todo un éxito de planificación...