Seguramente las excusas del frío, el irregular estado del terreno de juego o que era sábado, llenarán las portadas de los medios pro-culés para defender que su siempre protegido equipo no ha perdido la Liga. Sólo bastaba escuchar al señor Rexach en GOL TV (¿o habría que decir Barça TV por sus comentarios? lamentarse tras cada gol recibido por los catalanes por parte de Osasuna.
En apenas 20 minutos, Lekic le había sacado los colores a la defensa azulgrana. Un Puyol entrado en años, y al que Guardiola señaló en el descanso quitándole del partido, y un Piqué que atraviesa un estado de forma pésimo, fueron un juguete en manos de un Osasuna que supo aprovechar ese agujero en el centro de la zaga para marcar dos goles en dos llegadas. Rexach seguía llorando en Gol TV con comentarios del tipo “hemos tenido mala suerte”, seguramente con un buen paquete de kleenex al lado del micrófono.
La inoperancia del Barcelona crecía por momentos. Sólo una afortunada jugada con centro defectuoso de Alves le sirvió a Alexis para empujar el balón a la red. Un simple espejismo porque poco después, en un fallo catastrófico al jugar el balón con el pie del suplente del suplente de Casillas en la selección, Víctor Valdés, permitió a Osasuna volver a meter el cuchillo en el corazón azulgrana, y de paso en la mantequilla de la Liga, que empezaba a pintarse del más radiante color blanco. Tello marcó y Rexach volvía a frotarse las manos por si había remontada. Se quedó con las ganas.
Como los culés son así, tendrán horas, días y hasta semanas para llorar por un gol que fue justísimamente anulado a Alexis. Sergi Roberto peinó el balón en el primer palo y eso hizo que Alexis estuviera adelantado y, por tanto, en posición incorrecta. Gol perfectamente anulado a pesar de que Guardiola se lanzó a por el cuarto árbitro para ver si le amedrentaba o le daba algo en alguna jugada posterior. Parece que la normalidad no va con ellos, y un gol bien anulado supone levantarse en armas.
Al que no se le vio ni con arma ni sin ella fue a Messi. El argentino estuvo totalmente desaparecido y ni tiró del carro ni leches en vinagre. Si el partido que hace Messi lo llega a hacer Cristiano mañana el Sport, el Mundo Deportivo, además de otros que se arriman al sol que más calienta, lo estarían transportando a su casa. Fue pésimo su partido. El Madrid duerme con siete puntos de ventaja que mañana pueden ser (serán) 10. Señora Cibeles, prepárese que este año la Liga es blanca…¡¡y ojito no tengan que hacer los ‘mejores del mundo’ un bonito pasillo en el Camp Nou a los de blanco!!
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