La intención del Tottenham es mantener a Bale sea como sea y dejar con un palmo de narices al Barcelona que acostumbra a jugar sucio llegando a acuerdos con los jugadores antes de negociar con el club poseedor de los derechos. Redknapp lo ha dejado claro: "No hay nada de nada; Gareth es intransferible y no hay posibilidad de que se vaya".
Si el Barcelona quiere hacerse con el jugador tendrá que rascarse el bolsillo; los spurs no venderían al jugador por menos de 50 millones de euros por mucho que Rosell y compañía se empeñen en pensar que están por encima del bien y del mal.
Vista la situación económica del club azulgrana, mucho tendrán que mejorar las cosas para que puedan acometer un fichaje de semejante calibre. Las instituciones catalanas ya hicieron un esfuerzo para financiar el fichaje del 'canterano' Cesc y parece poco probable que vuelvan a hacerlo para acometer la llegada de Bale. Si el Barça quiere un lateral izquierdo se tendrá que conformar con algo más barato.
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