Campeones con el fútbol por bandera

España hizo historia al proclamarse campeona de Europa tras golear por 4-0 a la selección italiana





 

Italia comenzó el partido con las líneas muy adelantadas y con la intención de discutirle el balón a la selección española. Un objetivo que consiguieron durante los cinco primeros minutos, el tiempo que tardó España en estirarse gracias a un par de ocasiones de Ramos. A partir de ahí, la selección empezó a modelar el guión del partido con diez minutos mágicos donde bordó el fútbol. Los primeros instantes de los encuentros sirven para medir sensaciones y esta noche todas eran buenas para la campeona del mundo. Empezando por Xavi, muy criticado por su irregular Eurocopa y en una versión estelar en la final de esta noche. Y siguiendo por Iniesta y Silva, dos genios que hoy también estaban de dulce.

España se había puesto este domingo su traje de gala y tenía toda la maquinaria bien engrasada. Nada que ver con su estilo horizontal y plomizo del resto del torneo. De hecho, el partido se puso de cara gracias a una jugada que la selección ha explotado muy poco en la Eurocopa, con la excepción de los cuartos ante Francia. Un pase al interior del área para Cesc terminó con el catalán ganando la línea de fondo y centrando para que Silva, el más listo de todos, se anticipara a la zaga italiana para clavar el esférico en la escuadra de Buffon. Era el justo premio a un primer cuarto de hora para enmarcar, con la selección española desbocada y dispuesta a entrar en la historia por la puerta grande.

Sin embargo, el tanto inicial tuvo un efecto nocivo en España. El equipo entregó el balón a su rival e Italia se hizo grande, recordando al equipo que había apeado a Alemania de las semifinales después de haberle dado un soberano repaso. Fueron minutos en los que brilló el principal activo de la 'Roja' en este torneo, el de la solidez defensiva. Todos los grandes conjuntos se construyen a partir de unos buenos cimientos y la zaga del equipo ha demostrado estar a la altura de la grandeza de esta selección. Gracias a ella, España salió indemne de sus peores minutos en el partido, los que vinieron tras el tanto de Silva.


Italia lo intentaba con fútbol, pero el choque no daba buenos síntomas para sus intereses. Su mejor central, Chiellini, se lesionaba en el minuto 20 y tenía que ser sustituido por Balzaretti. Un contratiempo muy importante que, a pesar de todo, no se hizo notar en su juego. Cassano lo intentaba con un par de acciones peligrosas que Casillas desmantelaba sin demasiados problemas. España sufría y, al igual que ante Portugal en semifinales, tenía problemas para tener el balón.

Fue una incertidumbre que duró 20 minutos porque en los últimos instantes de la primera parte la selección recuperó el timón del partido. Un contragolpe iniciado por Cesc y diseñado por Xavi acabó con un balón en profundidad que Jordi Alba culminó de una manera espectacular tras plantarse en el mano a mano ante Buffon. El zurdo recordó en la jugada al mejor Roberto Carlos, con una galopada que perdurará en la memoria de los aficionados españoles durante las próximas décadas. Era el 2-0, un gol psicológico que mataba a Italia justo cuando planificaba la segunda parte para remontar el tanto de Silva.

FICHA TÉCNICA:

4 - España: Casillas; Arbeloa, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xabi Alonso, Xavi; Iniesta (Mata, m.86), Silva (Pedro, m.59) y Cesc (Torres, m.75).

0 - Italia: Buffon; Abate, Barzagli, Bonucci, Chiellini (Balzaretti, m.21); Marchisio, Pirlo, De Rossi, Montolivo (Motta, m.56); Cassano (Di Natale, m.46) y Balotelli.

Goles: 1-0, m.14: Silva. 2-0, m.41: Jordi Alba. 3-0, m.84: Fernando Torres. 4-0, m.88: Mata.

Árbitro: Pedro Proenca (POR). Amonestó a Piqué (25) por España; y a Barzagli por Italia (44).

Incidencias: final de la Eurocopa 2012 disputada en el estadio Olímpico de Kiev, lleno, ante la presencia de 64.000 espectadores.

España se fue al descanso con la tranquilidad que le daba la ventaja del marcador, consciente de que había asestado un golpe mortal justo cuando más sufría. Solo quedaba certificarlo en los siguientes 45 minutos, pues su gran obra maestra precisaba de un remate que le hiciera honor. La premisa era aguantar el primer arreón italiano, que lo hubo. Di Natale metió miedo nada más salir al campo en sustitución de Cassano, pero 'San Iker' también quería su protagonismo esta noche. El de Móstoles le sacaba una mano brutal que era el epílogo de las esperanzas transalpinas.

Porque la segunda parte fue un paseo militar, facilitado por la lesión de Motta cuatro minutos después de haber entrado en el campo. El centrocampista se tenía que retirar por un problema muscular justo cuando Prandelli había agotado sus tres cambios. Quedaba media hora e Italia se quedaba con 10 jugadores, demasiada desgracia para un equipo que ya se sabía derrotado. A partir de ahí, el choque se convirtió en un auto-homenaje de la selección española a su trayectoria reciente, la culminación de un logro que ya está escrito con letras de oro en los libros de historia.

Italia bajó los brazos y España hizo del partido un rondo. El final del encuentro se jugó en los 50 metros del campo 'azzurri', con Xavi comandando una exhibición para la historia de este deporte. Se podrá escribir más o menos, pero es difícil describir con exactitud el partido realizado este domingo por el equipo. Al final fueron cuatro los goles gracias a los tantos de Torres y Mata, pero la sensación es que podían haber sido los que ellos hubieran querido. Porque esta España es el mejor equipo de todos los tiempos y lo ha demostrado pasando por encima de una de las mejores Italias de las últimas décadas. Un logro cuya dimensión quizás hoy en día no alcancemos a entender en toda su medida, pero que probablemente encontrará en los próximos años su justo eco en la historia.