En Barcelona empiezan a confiarse

Los culés celebraron la derrota madridista a su regreso de Getafe





 

Víctor Valdés levantó los brazos y apretó los puños, Gerard Piqué gritó un "¡Bien, vamos!" y los aplausos fueron gestos generalizados tras aterrizar el equipo en la Ciudad Condal. Les acababa de llegar la noticia de que el Madrid había caído en Sevilla, por lo que seguramente empezaban a verse campeones ¡en la jornada cuatro! Y es que aún quedan por delante 34 partidos, o lo que es lo mismo, 102 puntos en juego. De ellos, seis tendrán que decidirse en los duelos directos entre merengues y culés, por lo que si el Real Madrid ganara ambos la diferencia hipotética sería de solo 2.

Cualquiera que de rienda suelta ahora mismo a la euforia en el Barcelona es porque no conoce al Real Madrid. El club blanco lleva muchos años demostrando que es capaz de cualquier cosa, hasta de las más difíciles. Y la situación de ahora no es de ésas. Es vedad que no es sencilla porque la desventaja es considerable. Pero queda prácticamente toda la Liga. Esto no es cómo se empiza, sino cómo se acaba. Y los culés tendrán que perder puntos, antes o después. Lo ocurrido al Madrid ha sido un aviso para que el equipo no se relaje en el resto del campeonato, algo que sí podría hacer el Barcelona en vista de lo contentos que están. Y es que la mejor ayuda para los de Mourinho sería que los futbolistas culés se empiecen a ver campeones en el mes de septiembre, como así parece que empieza a suceder.