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Mientras que en Barcelona se llenan la boca llamando a Cristiano Ronaldo o a José Mourinho mercenarios, poco hablan de las constantes mejoras de contrato que reclama Leo Messi cada temporada que pasa. El delantero argentino del FC Barcelona está a punto de firmar una nueva renovación con el FC Barcelona, la quinta desde que en 2005-06 firmara su primer contrato con el primer equipo culé. Es decir, seis años más tarde, el argentino no ha pasado más de una temporada sin ampliar sus emolumentos hasta llegar a los 11 millones por temporada que cobra en la actualidad.
Todo ello, además, sin ceder ni un poquito de sus derechos de imagen al club catalán. Es decir, que lo que mueve al argentino no es el amor por el Barcelona, sino más bien el amor por los billetes... El delantero ha sacado la exprimidora con la amenaza de levantar el vuelo, ya que ofertas no le van a faltar. Y Rosell y el barcelonismo no tendrán más remedio que tragar y endeudarse con tal de no perder al futbolista del que vienen dependiendo desde hace varios años. Mientras tanto, Cristiano va camino de las cuatro temporadas cobrando lo mismo y cediendo la mitad de sus derechos de imagen. Viva la humildad.
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