La caverna 'beatifica' a José Mourinho

Lluis Mascaró asegura, en tono irónico, que el técnico luso es Dios





Uno puede pensar que la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona existe únicamente dentro del terreno de juego, como dos equipos en eterna competencia por los títulos, por la supremacía en el fútbol español e incluso en Europa. No obstante, la prensa culé sigue llevando ésta más allá. Hasta el punto de intentar 'humillar' a Mourinho porque puede batir su récord de derrotas con el Real Madrid esta temporada. Curiosamente, la temporada pasada no se hablaba de ninguno de los récords que el luso consiguió. No tocaba. Ahora sí se habla y además se vaticina que el Madrid las seguirá sufriendo. Quizá el 26 de febrero lleguen los llantos...

 

Mourinho acaba de establecer un récord negativo con el Madrid. Tras el KO en Granada, el equipo del técnico portugués ya ha perdido 8 partidos a lo largo de esta temporada, igualando así sus peores registros en el Inter y en el Chelsea. Y eso cuando todavía queda casi media Liga por jugar y con la vuelta de las semifinales de la Copa ante el Barça y los octavos de final de la Champions frente al Manchester United a la vuelta de la esquina. Con lo que lo más probable es que supere ampliamente este récord de derrotas.

 

Después de una derrota como la de Granada, cuesta pensar que el Real Madrid no juega al fútbol por culpa del entrenador. Es posible que la plantilla haya perdido la ambición en Liga y que el técnico portugués no esté sabiendo inculcar su gen ganador a los futbolistas. Pero Mourinho tiene toda la razón del mundo cuando cuestiona el trabajo de algunos miembros de la plantilla. Igual que la ha tenido siempre que ha hablado de los árbitros o los calendarios. ¿O acaso se pueden ganar los partidos sin correr?


 

Mourinho, según su entender, no ha sido el culpable de ninguna de estas derrotas. En su habitual estrategia de sentirse el 'Special One' y echarle la culpa de todo a los demás, el entrenador del Madrid ha sabido encontrar responsables de sus males en todos estos partidos que ha perdido. Si en temporadas anteriores eran los árbitros (el manoseado 'villarato') y el calendario los culpables de sus desgracias, ahora ha dirigido sus iras hacia el vestuario, hacia sus propios futbolistas.

 

Una vez más, se alude al tema de Casillas y de Sergio Ramos, a los presuntos enfrentamientos de Mourinho con los dos capitanes. Hemos llegado a un punto en que se critica que un entrenador le pida a los suyos que den el máximo. Pero sólo porque se llama José, porque es portugués y porque entrena al Real Madrid. Desde luego, a la caverna le vendría mucho mejor que el Madrid sea entrenado por un títere. Justo lo que pasa en Barcelona con Tito o Roura y motivo por el que se marchó Pep Guardiola. 

 

 

No es la primera vez que Mourinho ataca a sus futbolistas. Durante los últimos meses se ha enfrentado muy duramente con Ramos y Casillas, al que ha llegado a apartar de la titularidad. Pero también ha tenido fricciones con Ozil, con Kaká, con Benzema y hasta con el propio Cristiano Ronaldo, al que le recriminó que no bajara a defender.

 

¿Alguna vez Mourinho ha dicho que él no sea responsable de una derrota? ¿De verdad alguien se traga esa pantomima que se han inventado para atacar al portugués? Cierto es que algunas veces ha señalado a algunos jugadores por su actitud (nunca por errores puntuales), pero nunca se ha quitado de encima la responsabilidad. El problema llega cuando pretende compartir la culpabilidad con la plantilla. La culpa es exclusivamente del técnico, que es el que tiene que defender, el que tiene que crear el juego y el que tiene que subir a rematar. Faltaría más.

 

Todo, siempre, con el único objetivo de no aceptar su responsabilidad y seguir presumiendo de palmarés. Mourinho piensa que él es Dios, que él gana los partidos y que sus jugadores son los que los pierden. Cuando muchas veces es todo lo contrario. Un poco de modestia no le sentaría nada mal al entrenador portugués. Aunque por lo que le queda en el convento...

 

Como pueden ver, nada ha cambiado en la caverna culé a pesar de llevar 16 puntos de ventaja en Liga sobre el Real Madrid. Se sigue hablando de lo mismo. De Mourinho y de la relación con sus jugadores. Demos las gracias a la prensa catalana, porque con su carácter segundón sigue haciendo grande al mejor club de la historia, importante hasta cuando está tan lejos de los títulos. Así no extraña que Mourinho sea Dios para Lluis Mascaró. Aunque para Dios de Mascaró y sus secuaces, Leo Messi. Él sí que no se equivoca nunca, ni cuando escupe ni cuando insulta al rival.