Lo que hizo el Atlético en Eindhoven no se lo creen ni ellos. El PSV pecó de membrillo y dejó correr al Atleti para que le matara por medio de su hombre más peligroso, el Kun. Una de dos, o estos holandeses son una pandilla de pardillos, o muy malos, porque este Atleti parecía un equipazo con tres pinceladas bien finalizadas. Los madrileños no se veían en otra desde hace demasiados años y le tenían ganas a su regreso a Europa. El PSV, por contra, dio un recital de no jugar a nada y se llevó un saco ante un equipo cuyo triunfo, seguro, desbordará la euforia como si hubiesen ganado ya la Copa de Europa. Pero así es este Atlético y su entorno, acostumbrado al sufrimiento. Y se entiende.
Gol tempranero
La primera parte empezó equilibrada para acabar como si los rojiblancos fueran gigantes. Fue de menos a más para aplastar a un PSV penoso, ridículo. Dos acciones puntuales pusieron las diferencias en el campo en un choque en el que ninguno de los dos llegaba con peligro a las áreas. La primera fue al poco de nacer el partido, en un pase desde la izquierda de Forlán al centro del área donde esperaba el Kun; el balón fue rechazado de cabeza por Marcellis hacia la zona por donde entraba Maniche, conectó por la derecha con Luis García que centró al área donde el Kun sólo tuvo que empujar a las redes.
Un gol que asentó a los rojiblancos para inutilizar a unos holandeses que lo intentaban por las bandas, para no llegar a ningún sitio, o a base de disparos lejanos. El palo para el equipo madrileño llegó con la lesión de Forlán, que sufrió una rotura de fibras que le retiró del partido a los 30 minutos. Su sustituto, Sinama fue protagonista del 0-2 en una jugada en la que corrió la banda izquierda para centrar al área, donde el Kun recogió el balón, darse la media vuelta ante la torpe vigilancia de un rival y pegarle lejos del alcance de Isaksson.
Más de lo mismo
El PSV salió decidido a hacer daño arriba. Se volvió algo más ofensivo e intento entrar por las bandas, pero sin profundidad. Su mejor recurso seguía siendo los tiros desde Bélgica, más o menos. Mucha floritura y poca efectividad, lo que aprovechó el Atlético para clavar el tercero en una bonita jugada. Simao peleó un balón con un jugador del PSV en el ¡borde del área! El portugués se la llevó, conectó con Luis García y como la dinámica era favorable, su pase a Maniche fue perfecto tras tocar por debajo de los pies del defensa. Maniche no falló el 0-3.
Aguirre renunció a más
Los atléticos se tenían que frotar los ojos y, la verdad, es que lo acabó bordando ante un rival que fracasó penosamente en su campo y ante su impotente público. Quizá por eso a Aguirre le pareció bastante el 0-3 y quitó a sus dos mejores peones: Kun y Maniche, por Raúl García y Banega. Sinama se quedaba solo en ataque y ya los holandeses respiraron un poco por deseo del rival.
Finalmente los holandeses demostraron ser muy malos en la finalización, porque tuvieron ocasiones para, al menos, maquillar el resultado. Lazovic, por ejemplo, tuvo una ocasión que la estrelló contra Leo Franco como si lo hiciera adrede. Tenía toda la portería para él, y tiempo, pero no. Al muñeco.
LA FICHA
PSV Eindhoven: Isaksson; Salcido, Brechet (Rodríguez, 73"), Marcellis, Pieters; Simmons, Cullina (Bakkal, 45"), E. Méndez, Amrabat; Afellay (Lazovic, 69") y Koevermans.
Atlético de Madrid: Leo Franco; Perea, Ujfalusi, Heitinga, Antonio López; Paulo Assunçao, Maniche (Banega, 64"), Luis García, Simao; Forlán (Sinama, 30") y Agüero (Raúl García, 62").
Goles:
0-1 (8"): Kun Agüero empuja al fondo de la portería a pase de Luis García.
0-2 (35"): Kun Agüerorecibe un centro desde la izquierda de Sinama, se revuelve y marca a la media vuelta.
0-3 (54"): Manicha culmina una bonita jugada que nace en un robo de Simao y Luis García da el pase de gol.
Ãrbitro: Roberto Rossetti (Italia). Amarilla a Assunçao, a Brechet, a Edison Méndez, a Amrabat, a Perea
Estadio: Philips. 35.000 espectadores.
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