La última juerga de Ronaldinho





Poco le importa al delantero brasileño jugar partidos de forma tan lamentable como el que afrontó su equipo contra el Genoa, en el que perdió 2-0, y fue sustituido a mitad del encuentro. La causa de no cumplir en los terrenos de juego puede encontrarse en la fiesta que celebró Ronaldinho tres días antes de la cita con el Genoa.

El delantero del Milán fue el "alma mater" de una fiesta monumental en Rio de Janeiro con sus compañeros de la selección brasileña para festejar el triste empate que obtuvieron ante Bolivia, según publica el rotativo "O Estado de Sao Paulo".

La noticia ha hecho mucho daño en Brasil y en Milán. Ronaldinho, después del fiasco que supuso el empate a acero y que complica la clasificación para el Mundial de Sudáfrica y deja a Dunga contra las cuaerdas, no tuvo reparos en ponerse a cantar, bailar y ligar en la fiesta de carácter privado. La juerga se prolongó hasta la hora del almuerzo del día siguiente, y pocas horas después el jugador volaba rumbo a Milán para reincorporarse a su equipo.

El presidente del Milán, Galliani, muy enfadado, citó al jugador para que le diera explicaciones. Ronaldinho reconoció su presencia en la fiesta pero le aseguró que la había abandonado a las dos de la mañana y que un cuarto de hora después ya dormía. No se sabe si el presidente le creyó pero en la memoria colectiva está presente el recuerdo de la fiesta que dio la selección tras golear a Ecuador por 5-0 en Maracaná, que Ronaldinho y Robinho terminaron por todo lo alto.