Escandaloso atraco en Montjuic







El derbi catalán bien podría haberse jugado como no, pues tal y como fue dirigido por Medina Cantalejo, el resultado estaba cantado. El fútbol ha sido lo de menos, ya que el altivo colegiado se empeñó desde el minuto 1 en que los tres puntos cayeran del lado azulgrana. Expulsó injustamente a Nené, castigó con todas las cartulinas que pudo a los pericos, paró el partido para luego prolongarlo hasta tener ocasión de inventarse el penalti que le diera la victoria a los de Guardiola. Día triste para todo amante del fútbol, jornada para repugnar a los exaltados culés que tiraron bengalas a los aficionados espanyolistas. Medina y los boixos, dos especies que debemos erradicar de nuestro fútbol.

Menudo ataque de entrenador le dio a Guardiola en vísperas del derbi, una patología que el de Santpedor se tendría que hacer ver con urgencia: Cáceres de la titularidad a la grada, fuera Etoo y Keita (con los millones que costó este malí), para dar entrada a Busquets, Henry, Piqué, y lo que es peor, Gudjohsen. Este híbrido entre jugador y pasota, frío como un témpano sobre el campo, que no se enteró la importancia del choque que iba a disputar. Con tantos cambios, los jugadores culés no es que estén alerta por la fomentada competencia, sino absolutamente despistados.

Mientras "Titín" Márquez ponía en el campo todo lo que tenía, con las nueve bajas con que contaba: Luis García, Nené, Moises, y dos especialistas anti Barça, Coro y Tamudo.

A pesar de las cabriolas estratégicas de su técnico, el Barça tiró de la calidad de sus pequeños grandes jugadores. Xavi, Iniesta se hicieron con la pelota y Messi amenazaba cada vez que encaraba a sus rivales. Pero volverían entonces los males endémicos del equipo que tienen dos síntomas, posesión y ocasiones, una contraindicación, poca puntería, y ninguna solución. Los culés se crecerían en su dominio esperando el tanto, pero no contaban con la débil defensa y el portero de futbolín que guardaba su meta.

Tamudo, que metía el miedo en el cuerpo a los azulgrana cada vez que tocaba la pelota, conectó un centro al área que el amigo Piqué ni despejó ni remató, y Valdés, para no ser menos que su compañero, no acertó a atrapar regalando un balón a Coro en el área chica para que remachaba a placer. Tan vergonzoso fue el tanto espanyolista, que en su desesperación Valdés protestó y protestó hasta ver la cartulina.

El Barça, incrédulo ante las ocasiones marradas se volcó a por el empate, pero la tónica sería la misma: o era el palo, o un jugador bajo los palos quien evitaría en tanto azulgrana. Y como no podía ser por lo civil, el colegiado Medina Cantalejo decidió que sería por lo criminal. Así, el andaluz se inventaría una segunda cartulina amarilla para el brasileño Nené, dejando a los de Márquez con diez. Cuanto menos, indignante.



Medina sigue ayudanado, los boixos avergüenzan

Tras la mano que había prestado el colegiado al expirar el primer tiempo, el segundo comenzaría con la misma cantaleta. Montjuic experimentó en su último derbi un extraño suceso: el campo se inclinó hacia un costado y todas faltas e infracciones eran a favor de un único equipo. Así, el Barcelona llegaba una y otra vez, misión cumplida. Pero en pleno acoso barcelonista, los boixos nois, ubicados en la parte alta del estadio, decidieron acabar con el espectáculo. Bengalas, rayos y centellas cayeron sobre el anillo inferior donde estaban los aficionados pericos. Estos, en la desesperación saltaron las vayas e invadieron los aledaños del campo. En un afán de protagonismo más, Medina Cantalejo, mantuvo entonces el partido suspendido durante unos excesivos diez minutos, cuando enseguida habían sido reubicados los espanyolistas.

Este lamentable incidente desvirtuó el partido. La caraja del Espanyol le sirvió al Barça para empatar el choque: Henry recibía en profundidad pero no era capaz de superar a Kameni con todo para marcar, pero la suerte le sonreía, y aprovechaba el rebote en Jarque para marcar a placer con la portería vacía.

Al Espanyol sólo le quedó defenderse e intentar salir a la contra para no ver como le robaban el partido. Aguantó las acometidas de los cuatro delanteros que por entonces había puesto Guardiola en el campo: Messi, Henry, Etoo y Bojan. Pero esta acumulación de atacantes, lejos de ser un gesto valiente, acabó confundiendo a los culés, que se entorpecían por el medio.

Cuando el choque, prolongado hasta más allá del minuto 95 parecía que iba a terminar con tablas, Medina volvía a coger el testigo del protagonismo para cometer otra tropelía más con los de Márquez, quizá las más vergonzosa de la noche. Se inventó él solo un penalti a Etoo, cuando su juez de línea le señalaba que no era tal. Pero con la chulería habitual sentenció: "No me digas nada, yo lo he visto y pito yo". El resto es historia: tanto de Messi e inmediato y cobarde final del partido, por lo que pudiera pasar.

Segundo robo de la temporada (el Betis sufrió el primero); Medina Cantalejo merece el carnet de socio culé sin más dilación.


La ficha del partido:

1- Espanyol: Kameni; Sergio Sánchez, Jarque, Pareja, Chica, Moisés Hurtado, Román Martínez, Corominas (Sielva 82"), Luis García (Callejón 77"), Nené y Tamudo (Ángel 46").

2- Barcelona: Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal (Etoo 54"), Xavi, Busquets (Bojan 65"), Gudjohnsen (Keita 62"), Iniesta, Messi, Henry.

Goles:

1-0,minuto 20: Coro aprovecha el pésimo despeje de Valdés tras un rechace de la defensa para empujar la pelota en la línea de gol.

1-1,minuto 76: Henry tiene la suerte de cara al beneficiarse de un rebote entre Kameni y JArque y solo tiene que empujar la pelota a puerta vacía.

1-2,minuto 95: Medina señala un inexsistente penalti de Jarque a Etoo, que transforma Messi.

Árbitro: Medina Cantalejo. (C. Andaluz) amonestó con cartulina amarilla a Busquets (6"), Valdés (20"), Román (53"), Chica (56"), Jarque (90") y expulsó por doble cartulina a Nené (13" y 45").

Incidencias: No se llenó el Olímpico de Montjuïc en el último derbi catalán que vivirá el estadio: 30.000 espectadores siguieron el choque en directo. 19º de temperatura al comienzo del encuentro. Fue el 75º derbi de la historia de la Liga.