Otro favorcito arbitral

El Barcelona tuvo el choque perdido durante 85 minutos, y tuvo que tirar de malas arducias para remontar







Una vez más, y ya es para perder la cuenta. Da igual el rival que esté enfrente, el Barcelona se atasca en su propia soberbia y cuando no es capaz de resolver los partidos por lo civil lo hace por lo criminal. Esta vez el nefasto protagonista fue Bojan, al que es una pena ver aprender de las acciones tramposas de los suyos desde tan joven, quien siguió una jugada sin devolver el balón al contrario cuando éste lo echó fuera por lesión; y el señor colegiado, enésimo que pide el carnet de abonado culé, alargando el choque el minuto 94 para que llegara la victoria azulgrana, obra de Messi, un extraño que desde el banquillo rescató del estrépito a los suyos.

Las decisiones pre partido de Guardiola bien dan para escribir una enciclopedia de malos chistes y entregarla por fascículos con el periódico. El de Santpedor cree que ha reinventado el fútbol y un día tras otro sorprende a propios y extraños con sus alineaciones. Quizá para el Barça el choque no tenía la injundia necesaria, pues su técnico dejó a su jugador más desequilibrante en el banquillo. Messi no sería de la partida en un gesto de soberbia de Pep, y el Barça lo pagaría caro.

Pésimo Barcelona

Esta vez, los azulgrana no iban a contar con la trampeada ayuda de Medina Cantalejo ni ningún otro colegiado de la Federación. Pero el inglés Howard Webb, que había estado ecuánime durante todo el choque, se pondría el mono de faena al final del mismo, para aguar la fiesta a los ucranianos.

Por no encontrar, ni su clásico toque encontró el Barça, que se atascó continuamente en el medio ante un Shakhtar de lo más mediocre. Henry, que dista años luz de su versión en la Premier, tuvo la única ocasión de la primera parte en sus botas, pero erró solo ante el portero Pyatov. A partir de entonces los culés se fueron disolviendo y confiando poco a poco, y sin ocasiones ni para unos ni para otros, el choque aburría hasta a los banderines.

El Shakhtar no es nada de otro mundo, pero con muy poquito se puso al nivel del Barcelona: Alves encontró la horma de su zapato en el aguerrido Brandao, un brasileño metido en el cuerpo de un germano, que castigó la poca envergadura de su compatriota al que ganó la partida cada vez que se dejaba caer en banda. De una subida del propio Bradao saldría una clara ocasión en las botas de Ilsinho, quien no acertó a batir a Valdés en el mano a mano. Guardiola tragó saliva y a Puyol se le pusieron de corbata.

Pero ésto sólo había el preludio de la debacle azulgrana: minutos después Henry regalaba el enésimo balón en ataque, que el Shakhtar colgaba largo para que Márquez fallara en el despeje por alto que, esta vez sí, Ilsinho aprovechara para que Valdés mordiera el polvo y recogiera sus vergüenzas de dentro de la red.



A buenas horas mangas verdes

No le quedó otra al bueno de Pep que meterse en rabito entre las piernas y dar la alternativa a Messi a los pocos minutos de la segunda mitad. Sin el argentino los culés realmente habían perdido el rumbo, y de sus botas nacerían las mejores jugadas del Barcelona. Que si un pase en profundidad, que si un toquecito aquí y allá, todo mirando hacia el banquillo donde Guardiola se escondía avergonzado.

Etoo iba a protagonizar la jugada tonta de la semana, cuando el propio Messi le habilitaba solo ante el portero, para que el camerunés se tropezara y se cayera cual si hubiera sufrido un disparo de la grada; la sonrisa picarona de su compañero era la misma que la de todos los espectadores. No obstante, la entrada de la "pulga" en el terreno de juego no parecía que fuera a ser suficiente para remontar el choque, y el Barça tuvo que tirar de otras ardicias fulleras para no caer ante este flojo equipo ucraniano.

Bojan, que había entrado al terreno de juego en sustitución del actor secundario Etoo, no tiraba fuera una pelota que el Shakhtar había despejado para que se atendiera a uno de sus jugadores, y ponía un centro al área sin aparente peligro; pero ahí estaba el sospechoso portero Pyatov, que cometía la pifia de su vida (no quiero pensar más allá...) y regalaba el balón a Messi que solo tenía que empujarla en boca de gol. Pésimo gesto del canterano culé, que obediente debió haber pensado "allí donde fueres, haz lo que vieres", y tiró de mezquindad en provecho de los suyos. Ni el propio Messi se lo creía.

Los minutos finales iban a ser de infarto: tres eran los que decidió descontar el colegiado, y de haber sido tales el encuentro hubiera terminado en tablas. Pero en el alargue fuera de lo señalado, Xavi puso una pelota interior para que Messi destapara el tarro de las esencias en una suave vaselina sobre su amigo Pyatov. Así se llevaba el choque este Barça, que a un tris estuvo del ridículo, y que parece abonado a las fullerías y poco y nada entiende de la nobleza de este deporte.

La ficha del partido:

1- Shakhtar: Pyatov; Srna, Ishchenko, Hubschman, Chygrynskyy; Djuljaj, Ilsinho (Willian 85"), Shevchuk, Fernandinho; Brandao, Luiz Adriano (Seleznyov 72").

2- Barcelona: Valdés; Alves, Márquez, Piqué, Puyol, Touré, Xavi, Keita (Gudjohnsen 81"), Etoo (Bojan 74"), Iniesta, Henry (Messi 59").

Goles:

1-0,minuto 45: Ilsinho aprovecha un mal toque de cabeza de Piqué para llevarse la pelota en la frontal y picar sobre la salida de Valdés.

1-1,minuto 87: Tremendo error del portero del Shakhtar que no despeja un balón raso de Bojan y se la deja en bandeja para que Messi la empuje.

1-2,minuto 94: Messi pica por encima de la salida del portero cuando el tiempo ya se había cumplido.

Árbitro: Howard Webb (Inglaterra) amonestó con cartulina amarilla a Xavi (41"), a Srna (47"), Fernandinho (58"), Chygrynskyy (70"), Keita (78") y Brandao (88").

Incidencias: 30.000 espectadores en el Shakhtar Stadium para presenciar el partido en directo. Xavi cumplió 100 partidos europeos con el Barcelona.