El Robarça se presenta en Europa

Árbitros a favor y fair-play pisoteado, sus señas de identidad. Pero los palmeros aplauden...






El Robarça 2008-2009 se presentó en sociedad en Europa el pasado miércoles. El equipo español jugaba un partido de la segunda jornada de la fase de grupos de la Champions en Donetsk, Ucrania, y allí volvió a dar muestras ejemplarizantes de que donde va, triunfa. Los de Guardiola le ganaron el partido al Shaktar (1-2) pero destrozando su imagen, una vez más. Mientras que a un equipo, ya saben cuál, le señalan con el dedo por ganar jugando al fútbol y dejándose hasta el último gramo de sudor sobre el césped, la Prensa probarcelonista les ríe las gracietas a los azulgrana y llevan a su máxima expresión aquello de que el fin justifica los medios.

Da igual que se gane con un gol con la mano (como el que Messi le marcó al Espanyol en 2007 y que fue bautizado por los medios catalanes y argentinos como "La mano de Dios" mientras en toda Europa se hablaba de "la mano del Diablo"), o apoyados en los escandalosos favores arbitrales (como el pasado fin de semana, otra vez ante los "pericos"), o haciendo caso omiso del fair-play que cualquier deportista debería llevar en el ADN, como sucedió el miércoles en Donetsk. Lo importante son los tres puntos ganados a cualquier costa y pisando cualquier cabeza para que un equipo que tiene las mismas Copas de Europa que el Nottingham Forest se crea una superpotencia mundial.

Ante el Shakthar, el Barcelona mostró bien a las claras que eso del seny, la bandera de sus aficionados durante siglos, ha pasado a mejor vida. No les basta con que los árbitros arrimen continuamente el ascua a su sardina para que Joan Laporta, el amigo de Villar, tenga un plácido final de mandato, sino que son capaces de tirar por tierra las más elementales leyes del fair-play para conseguir su objetivo.

Ayer, prácticamente toda la Prensa mundial recogía las malas artes barcelonistas para ir ganando partidos. De Estados Unidos (San Francisco Chronicle) a Malta (Footy Latest), de Internet (Goal.com) a las agencias (Kazinform)... Los aficionados azulgrana de todo el mundo sintieron ayer la vergüenza de ver cómo todos los medios de comunicación mundiales (excepto los españoles, claro) clamaban al cielo por las trampas barcelonistas.

Y las que vendrán, ya lo irán viendo. El árbitro del Shakhtar-Barcelona, el inglés Howard Webb, dejó seguir el juego en la jugada del primer gol azulgrana pese a que estos debían devolver el balón, lanzado fuera por el equipo ucranio para que un futbolista fuera atendido. No lo hicieron y el inglés se hizo el sueco. Los favores de la UEFA a Laporta, el hombre que dinamitó desde dentro a la mosca cojonera del G-14, ya han empezado. Y el Robarça marcha viento en popa a toda vela. Aunque sea dejándose su imagen hecha jirones en cualquier campo.