Cuando este verano Guardiola aseguraba que no contaba con Samuel Etoo en el equipo lo hacía con toda conciencia de la decisión que estaba tomando. No era un capricho o un arranque de carácter, sino algo reflexionado y de lo que estaba totalmente convencido. Sólo el hecho de no haber podido encontrar un equipo comprador para el delantero hizo que Etoo permaneciera en el equipo, pero Pep sigue teniendo el mismo pensamiento de entonces.
Los resultados y los goles del camerunés, cuando han llegado, ha maquillado la situación, pero la realidad es que la relación entre ambos es inexistente.
El último de los episodios nefastos entre ambos se vivió el pasado sábado en el partido ante el Atlético de Madrid. En el minuto 59 del encuentro Guardiola decidió sustituir al camerunés para dar entrada a Henry. Etoo dedicó entonces todo tipo de malas caras y pucheros en los treinta segundos en los que tardó en abandonar el campo, en total desacuerdo con la decisión de su entrenador. Donde hubo abrazos en otros partidos, falsos gestos había que señalar, esta vez hubo un frío apretón de manos entre técnico y jugador.
A Pep no le gustó nada el gesto de Etoo y en rueda de presa fue tajante: "Él quería seguir en el campo pero yo decido, y dije convencido que tenía que salir y punto".
El mosqueo del técnico de Santpedor es importante, y ha decidido hablar con el camerunés para que no se repita una escena semejante, o la situación entre ambos acabará por estallar, y piensa poner en funcionamiento un código de régimen interno para castigar actitudes y desplantes como el protagonizado por Etoo ante el Atleti.
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