Los rossoneri han centrado su miras en los jugadores españoles que se alzaron este verano con la Eurocopa. Además del interés que ha mostrado en el fichaje del madridista Sergio Ramos, el Milan ahora se ha fijado en el jugador del Arsenal, Cesc Fabregas.
Hundido en la Serie A italiana, y con un equipo eminentemente envejecido, los milanistas necesitan savia nueva para renovar la plantilla desesperadamente. Las urgencias se han disparado tras el mal comienzo de campaña, y el vicepresidente rossonero, Adriano Galliani trabaja en su despacho para asaltar el mercado de invierno.
Cesc maravilló la campaña pasada en San Siro al eliminar al Milan de la Champions con un gol desde fuera del área, y el club milanista es que esos que cuando ven brillar a un jugador ante ellos, van a por él de cabeza.
El Milan quiere aprovechar la buenas relaciones con el Arsenal, reforzadas tras los traspasos de Flamini y Senderos. Está dispuesto a hacer una buena oferta al club inglés por el jugador español, pero los gunners no quieren soltar a su centrocampista hasta final de temporada al menos. El precio en el que tasan al jugador es 50 millones de euros, una catidad que el Milan estaría dispuesto a abonar, con tal de reforzar el equipo, en principio en diciembre, y en su defecto para la próxima campaña.
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