Laporta vive de lo que heredó





Laporta se ha gastado 140 millones de euros en fichajes desde que llegó a la presidencia del club azulgrana. Una cantidad que supera la mayoría de los presupuestos de Primera División y ahora resulta que su gestión es sensacional cuando del equipo tiran los llamados canteranos. Jugadores todos heredados de etapas anteriores por lo que Laporta lo único que ha aportado al club son excentricidades personales con shows fuera de tono, como quedarse en calzoncillos en un aeropuerto, que le han dejado en evidencia a él y al club al que representa.

Laporta saca pecho por haber colocado a Pep Guardiola en el banquillo. Pero lo hizo por lo que lo hizo. Porque Guardiola es seña azulgrana y él estaba al borde de ser expulsado del club de una patada en el trasero. De hecho, la masa social azulgrana votó en contra, pero la normativa avaló su continuidad por no alcanzar los porcentajes.

Hay que recordar que Pep Guardiola, que acaba de arrancar y al que se le debe reconocer su valentía por confiar en jugadores de la cantera, jugadores que no conocía nadie, era la baza electoral de Luis Bassat en las elecciones que ganó este abogado de medio pelo. O sea, que ha acabado reconociendo que su rival en las urnas tenía razón.

Laporta llegó a la presidencia del Barcelona el 15 de julio de 2003 y ganó dos Ligas consecutivas (04-05 y 05-06) por la herencia que le dejó Sandro Rossel. Después, sus fracasos se han sucedido y tocó fondo con la renuncia de sus cargos los vocales de Toni Rovira, Xavier Cambra, Claudia Vives-Fierro, Josep Lluís Vilaseca y Evarist Murtra, debido a que el 60,6% de los socios votara contra la gestión de la junta directiva encabezada por Laporta. Pero ahora saca pecho y lo hace en base a una cantera que heredó de sus antecesores.