El Villarreal ha pasado de imbatible a coladero







La fortaleza defensiva que caracterizó al Villarreal al final de la pasada campaña y en el inicio de esta se ha esfumado en los tres últimos encuentros, en los que el equipo que dirige Manuel Pellegrini ha recibido doce goles, la misma cantidad que le habían marcado en los 29 encuentros anteriores.

El sorprendente 5-0 que los castellonenses recibieron el miércoles ante el Poli Ejido en la Copa del Rey incrementó la negativa estadística del Villarreal, que el pasado domingo empataba a cuatro goles con el Atlético en la Liga en El Madrigal, mismo escenario donde goleó con anterioridad por 6-3 al Aalborg danés, en la Liga de Campeones.

Doce goles en tres partidos

En total, doce han sido los goles recibidos por los castellonenses en sus tres últimos partidos, una cifra que estropea considerablemente el trabajo defensivo del equipo en los últimos meses, ya que a pesar de ser reconocido por su fútbol vistoso y ofensivo había mantenido también una gran fortaleza defensiva.

De hecho, esta temporada, en los nueve primeros partidos entre Liga de Campeones y Liga, al Villarreal sólo le habían encajado tres goles. Uno en Pamplona ante Osasuna, otro en Soria frente al Numancia y el restante el Betis, en El Madrigal.

Si estos guarismos ya eran significativos, más lo fueron aún los del final de la pasada campaña, en la que el Villarreal no recibió ni un solo gol en los siete últimos encuentros del campeonato, cuando mantuvo su portería inmaculada ante el Deportivo, Espanyol, Recreativo, Getafe, Betis, Valladolid y Almería.

Para llegar a la suma de nueve goles, añadiendo los tres primeros recibidos esta campaña, habría que remontarse al 31 de enero, cuando el Barcelona se impuso por 1-0 en el Camp Nou en partido de Copa.

A ese tanto que habría que añadir el recibido una semana después por el Mallorca en Liga, los dos que les marcó el Zenith en la Copa de la UEFA, uno en San Petersburgo y otro en Villarreal, y ya de nuevo en la Liga, el gol que le encajaron en Barcelona, Bilbao y dos en el Sánchez Pizjuán.



La bronca que, según trascendió, el técnico Manuel Pellegrini dio en el descanso del partido ante el Aalborg a sus jugadores sirvió para que remontaran este partido, pero no para que se solventaran las deficiencias defensivas, ya que cinco días después el Atlético de Madrid marcaría en El Madrigal un gol más que los daneses, cuatro.

Una defensa a la baja

Estos siete goles recibidos en el feudo castellonenses en apenas cinco días ya fue un aviso de la inconsistencia defensiva que el equipo demostraría el miércoles en El Ejido.

Y es que el Villarreal sólo había recibido en El Madrigal siete goles desde que comenzó el año, en todas las competiciones, hasta que se enfrentó al Aalborg y al Atlético de Madrid.

Además, tres de ellos llegaron en un solo encuentro, en el que ganó por 4-3 ante el Deportivo de La Coruña en la Liga, mientras que los cuatros restantes se los marcaron Las Palmas en la Copa, el Mallorca en Liga y el Zenith en la Copa de la UEFA, la pasada campaña, y uno el Betis en la actual.