Luis Enrique fue de sobrado... y su 'clase media' le dejó en ridículo

Dura derrota del Barcelona ante el recién ascendido Alavés


Messi se lamenta en el partido ante el Alavés

Messi se lamenta en el partido ante el Alavés




Hace varios años que cualquier tropiezo en la Liga puede acabar siendo muy caro al final de la temporada. Y el Barcelona ya ha gastado su primer 'cartucho' en un compromiso que los aspirantes al título deben ganar en 99 de las 100 ocasiones que jueguen. Sin embargo, el técnico culé tentó a la suerte poniendo un extrañísimo once sobre el campo y al final los vitorianos se le acabaron subiendo a las barbas. El equipo de Pellegrino no mostró algo diferente a lo visto hace tres semanas en el Vicente Calderón - partido que acabó empate a uno -, pues le fue suficiente con presentar una defensa ordenada y sólida y un ataque rápido y efectivo a la contra.

Con esa receta tan sencilla le bastó con anular al Barcelona. En la primera parte Neymar volvió a decepcionar cuando todo el Camp Nou le veía como el líder de los suyos, sobre todo después de que Deyverson retratara por primera vez a Mascherano al ganarle la partida en su marcaje y anticipar su pierna para alojar el balón en las redes del debutante Cillesen. De hecho, los culés tuvieron cerca de una hora para intentar darle la vuelta al marcador e incluso llegaron a igualar en el primer minuto de la reanudación tras un testarazo de Mathieu, pero definitivamente no iba a ser su noche.

La impotencia de las estrellas culés

No lo fue porque el Alavés resistió los minutos siguientes al empate, los peores para sus intereses por el empuje azulgrana. Pero paradójicamente el equipo catalán bajó el ritmo cuando Luis Enrique metió en el campo a Messi, Iniesta y Luis Suárez. Los 'cracks' no entraron en el ritmo del partido y acabaron contemplando impotentes cómo Ibai le robaba la 'cartera' a Mascherano en las proximidades del área y cruzaba el balón para poner el 1-2 con casi media hora por jugar.

De ahí hasta el final, un quiero y no puedo del Barcelona que terminó en desolación. La derrota les ha cogido desprevenidos y genera de nuevo tremendas dudas en el club. Y es que es un doble torpedo en la línea de flotación de los de Luis Enrique, ya que por un lado muestra las carencias de la clase media de la plantilla y, por otro, evidencia que sus estrellas no están precisamente entonadas. A lo que hay que añadir que, mientras tanto, el Real Madrid ya es líder y marcha 'viento en popa a toda vela'. Por ello al Barcelona no le quedará otra que agarrarse a que esto no ha hecho nada más que empezar, pero lo que parece muy claro es que su eterno rival está decidido a ponerle esta Liga mucho más cara que las anteriores.