Los culés lloran...¡por Marco Asensio!

Carme Barceló lo reconoció en el Chiringuito de Jugones en plena tertulia futbolística.


Montaje de Marco Asensio

Montaje de Marco Asensio




“Se me caen las lágrimas de ver jugar a Asensio”, son unas palabras que puede firmar cualquier culé del mundo que le vea vestir cada semana la camiseta del Real Madrid. Son unas palabras que resonaron en el Chiringuito de Jugones y que son un fiel reflejo de la realidad. Las firmó Carme Barceló para hablar del crack madridista a modo de ‘llorera’.

¿Envidia?
"Envidia no. En el Barça hay jugadores fantásticos. Miras la Selección y están Iniesta, Busquets, Piqué... Me gusta mucho ver jugar a Asensio o Isco, pero no es envidia".

Lloran
"Se me caen las lágrimas al ver a Asensio, pero por lo que pudo ser y no fue".



Isco Alarcón es el hombre del momento. Su exhibición ante Italia, a sus 25 años, no ha pasado desapercibida para nadie. El malagueño destrozó y humilló a los transalpinos para guiar a España hacia el Mundial de Rusia y es el actual héroe del fútbol español.

Desde Italia se habla de los inicios de Isco para resaltar su labor actual en el mundo futbolístico: “Si el Manchester lo descartó antes de que llegara al Madrid por el tamaño de su cabeza tendrá ahora lágrimas en los ojos. ‘El Gordito’, como le apodaban cuando daba las primeras patadas en las calles de Benalmádena, es ahora un mago. Con una varita mágica en lugar de pies”.

En Francia tampoco escatimaron en elogiar al talentoso futbolista merengue: “Isco hizo el mejor partido de su carrera con La Roja. Ofreció un festival de fútbol total, de facilidad técnica, de inteligencia táctica y de despliegue físico”, comentan.

David Bettoni, ayudante de Zidane, ensalza al de Benalmádena por su envidiable tren inferior y su portentoso físico. También se queda con su humildad en el terreno de juego: “Es capaz de jugar al más alto nivel con el mismo espíritu y la misma desenvoltura que en las pachangas con sus amigos en la calle”, sentencia.

El periódico Olé de Argentina, sin embargo, se lleva el premio al titular más ingenioso de la exhibición de ‘Magia’: “España le rezó al Papa FrancIsco y fue Isco, con sus goles divinos, el que le dio a la Roja un gran empujón hacia el Mundial de Rusia al convertir dos goles en el 3-0 frente a Italia. El jugador del Real, que tiene una cláusula de 700 millones, fue el abanderado del triunfazo”.


De olvidado por Del Bosque, a crack mundial:

Isco Alarcón es el jugador por el que ahora mismo pasan las aspiraciones de España de estar en el Mundial de Rusia, y lo más curioso es que sería el primero al que acude el malagueño. Con Del Bosque no contaba para nada y ahora con Lopetegui es un fijo en la lista y en el campo.

España tiene la gran suerte de contar con una cantera de jugadores jóvenes que están llamados a liderar y renovar aquella selección que toco el cielo en 2008, 2010 y 2012. Y uno de esos jugadores es Isco Alarcón, el malagueño se salió ante Italia y su papel en 'La Roja' ha pasado de inadvertido a gran protagonista.

Y es que la historia de Isco en la Selección no ha tenido momentos fáciles, con Vicente Del Bosque sobre todo ya que el marqués nunca conto con él para las grandes citas. En el Mundial de Brasil de 2014 no le llamo para la lista final, y eso que acababa de ser campeón de Europa con el Real Madrid y ser un jugador que a España le hubiera venido bien en vez del estrepitoso ridículo que se hizo cayendo en primera ronda. Dos años más tarde, en la Eurocopa de Francia, Vicente tampoco conto con Isco, pese a que en el Real Madrid tenía cada vez más importancia, prefirió dar confianza a jugadores que ya habían cumplido un ciclo como él y no quiso hacer buena esa 'transición suave' de la que hablo tras Brasil.

Ahora se ha demostrado que no le pesa echarse el equipo a la espalda, ser el líder de la selección y tener la confianza de alguien que le conoce bien como Lopetegui. Si todo va como es debido y las lesiones le respetan, Isco hará su primera aparición en un Mundial en Rusia y lo cierto es que estos días se ha vuelto a recobrar esa ilusión que hace que ¿por que no?, España pueda otra vez soñar con ser campeona del mundo. Y es en gran parte, gracias a Isco.