Walter Zenga está haciéndose un hueco en los banquillos italianos gracias a su capacidad táctica. Ante el Torino, este fin de semana, volvió a dar muestras de su filosofía de pizarra. En el choque que enfrentaba a su Catania con el conjunto turinés, el segundo tanto de su equipo lo anotó Mascara, de tiro libre, en una sensacional jugada ensayada.
Cuatro jugadores de su equipo se sitúan en fuera de juego, justo en la línea de visión del portero, mientras el lanzador pone los brazos en jarras, como sujetándose el calzón. En cuanto quita las manos de ese lugar, los compañeros en orsay salen corriendo hacia delante, para situarse en posición correcta, pero molestando la visibilidad del portero. Ese espacio de tiempo es justo el necesario para que el disparo de Mascara (tremendo, por otro lado) le sorprenda. No se pierda el vídeo de la jugada, merece la pena.
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