El Barcelona aguanta el tipo

Mantiene el liderato y la racha con muchos sudores en El Madrigal





Previsible para el ‘Submarino’

Guardiola sorprendió ligeramente en su once cuando dio entrada a Busquets y Keita en la medular, como acompañantes de Xavi. Sin Toure, la opción culé era más precavida, al meter más hombres en mitad de campo para intentar evitar la supremacía de Senna en la zona clave. Pellegrini, por su contra, apenas alteró su plan establecido, siendo Pires y Rossi los más activos en la primera mitad.

Casi no se habían sentado los hinchas amarillos en las gradas de El Madrigal, cuando Henry se quedó prácticamente solo y frente a Diego López. El galo, que demostró que sigue de capa caída de cara al gol, disparó con prisas y el ex madridista evitó que el arranque ya fuera significativo en el marcador.

Una contra donde Piqué demostró porqué era suplente en el United (estuvo lentísimo y mal colocado), dejó con todo el camino libre hacia Valdés a Rossi. El italiano, sin embargo, chutó demasiado escorado y su disparo se fue a la izquierda. Desde ese momento, con varias avisos por cada bando, el ritmo se tomó un descanso y sólo algún balón al área y mucho aporte físico en el centro del campo, mostraron la energía que el partido merecía en cada balón.


Justo antes de alcanzar el descanso, el colegiado amarró una clara ocasión para Rossi por fuera de juego que no debió señalar. Las alegrías ofensivas de Alves, que dejaba desasistido a su marcador y alguna arrancada de Cazorla por la banda opuesta, presagiaban una cita incomodísima para los barcelonistas. Mientras, Messi y Eto’o estaban de vacaciones y sin dar señales de vida.

Cani ‘pega’ primero

Si en la primera mitad Henry mandó al limbo una ocasión de oro que pudo cambiar el guión general, en la segunda la opción cambió de bando. Un hueco tremendo en el sector zurdo de la zaga culé, fue aprovechado por Cani, que llegó con fuerza y batió la salida de Alves con un toque fino que se fue a la red.

Sin embargo, el efecto fue el contrario al deseado. El Villarreal dio un paso atrás, se metió en su área y el Barcelona no tardó en igualar la cita con un centro de Alves donde Diego López no acertó a atrapar antes que Keita. El llegador malí cabeceó jugándose el ‘pescuezo’ y dando aire a su equipo cuando más atascado estaba en el mediocampo. Casi sin tiempo para reaccionar y con los castellonenses completamente metidos atrás y renunciando a sus intenciones atacantes, Xavi apareció. El mediocentro se descolgó, puso un centro al área y un desaparecido Henry metió el pie para desviar los justo.

Una entrada por alto de Piqué, llegando a destiempo y en carrera, supuso la segunda tarjeta amarilla para el catalán, que se marchó a vestuarios mientras sus compañeros aglutinaban amarillas en las quejas sobre el colegiado. Aquella acción aislada reactivó levemente a los locales y acongojó a Guardiola, que rápidamente sacó a Cáceres pese a tener que sentar a Henry para ello. Tocaba defender y juntar líneas. Eto'o tampoco tardó mucho más en ser sustituido y, con ello, la única misión culé era aguantar el 'chaparrón'.

Guille Franco, con un mano a mano deseado para todo buen delantero, falló la ocasión de oro que estaba esperando el Villarreal. Completamente volcados en ataque sobre la meta de Valdés, las opciones siguieron su curso y Nihat también pudo salvar un punto en el descuento pero, con sudores desconocidos, el Barcelona sigue arriba.