Lionel Messi se 'enronaldinha'

El argentino vuelve a rebelarse llegando tarde al último entrenamiento





Leo Messi ha vuelto a reflejar su supremacía o un intento por tenerla ya desde inicios de año, al llegar tarde a la sesión de entrenamiento que el equipo tenía prevista para este viernes. En contraste con algunos de sus compañeros, ya que Keita o Eto’o llegaron hace días para entrenarse, el argentino decidió apurar en exceso sus días extras con la falta de precaución que los vuelos navideños llevan incorporados.

Como consecuencia, nada que no se esperara ya por los pasillos del Camp Nou, una nueva salida de tono de una estrella que sigue los pasos de otras tantos que otrora fueron elogiados como azulgranas. Nadie olvida la inquietante rebeldía de Maradona, la falta de profesionalidad de Romario, los excesos de Ronaldo y muchos más. Una lista que tiene cada día más tintes albicelestes, los que le otorga en dosis regulares el permitidísimo Messi.

El extremo ya dejó claras sus intenciones cuando se negó a entrenar tras ser sustituido en el choque ante el Valencia, su cabreo fue en aumento y cuando todos daban por sentada la tranquilidad, volvió a aparecer. Hace unos días se mostró viable a romper el pacto entre la Federación Argentina y su club, al asegurar que quiere jugar con su selección el amistoso ante Francia organizado para el mes de febrero. Curiosamente, nombraba al propio Guardiola entre aquellos que le respaldan. Aunque viendo su posterior explicación, el apoyo está asegurado.

No ha tenido suficiente la ‘estrellita’ que ha querido hacerse notar de inmediato con un nuevo episodio que coloca al Barcelona en mal lugar nada más iniciarse el nuevo año. Se dice que su avión se averió, que el piloto que debía llevarle de Madrid a Barcelona se había perdido y que incluso el argentino pensó en opciones alternativas para viajar, pero lo único que está claro, que es irrefutable, es su ‘caprichosa’ personalidad. Llegó más de dos horas tarde y recibirá una multa de esas que al obrero le condenan para todo el mes mientras que al argentino le hacen reír.


Todo lo que no sea un perdón (por enésima vez) de Laporta traerá polémica pero seguir permitiendo las groserías delante de toda su plantilla, es seguir haciendo un flaco favor a quienes veneran el barcelonismo. Messi seguirá riendo con pies de barro, aquellos que defenestraron a otros cracks culés.