Su equipo ha iniciado el año con dos derrotas seguidas, la más reciente anoche contra el Barça. "Lo hablé en el vestuario, parecía que había un poco de miedo, no sé qué nos pasaba. En partidos como éste hay que tener actitud, se gana metiendo intensidad más que jugando y no tuvimos eso en Valencia ni ante el Barcelona", valoró.
"No creo que faltase compromiso, pero sí actitud en cada pelota. Antes estábamos los once implicados, corríamos todos y en estos dos partidos no fue así. Ese es el análisis que hemos hecho", continuó el futbolista, que apuntó que la plantilla sabe que el equipo parece otro distinto al que terminó el año con quince partidos sin perder.
Y advirtió: "Somos los primeros en reconocerlo. En estos dos partidos hemos dado mala imagen. No se puede jugar así. Ahora tenemos que ganar el domingo (contra el Athletic). Da igual jugar bien o mal, hay que ganar para coger confianza. No podemos tirar los quince partidos anteriores por la borda en dos malos partidos".
"El vestuario está un poco tocado. No esperábamos volver de las vacaciones con estas dos derrotas. Ahora hay que dar la cara para salir adelante y trabajar el doble para sacar los puntos en juego y volver a la zona de 'Champions'", explicó el capitán, que recalcó que el equipo siempre tiene "presión" de victorias, porque esto es un "club grande y hay que ganar miércoles y domingos".
"Pero no podemos volvernos locos, porque esto se puede volver en nuestra contra", añadió Maxi, que admitió que el encuentro de anoche contra el Barcelona "da impotencia", porque los jugadores del Atlético quieren llegar "al final en la Copa del Rey", una situación que sólo será posible con tres o más goles a favor en el Camp Nou.
"Teníamos que ganar en casa y ahora nos hace falta meter allí tres goles para pasar. Está muy difícil, pero no es imposible. Tenemos que agotar todos los cartuchos. Ahora pensamos en el Athletic y luego en el Camp Nou", agregó.
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