El componente del Rosario Central tiene contusiones en un pie y confesó que "hoy por hoy, no tengo ganas de jugar al fútbol". También mostró preocupación por el resto de sus compañeros agredidos: "uno de ellos no sabe si podrá recuperar la audición en el oído derecho". El futbolista, de origen argentino, explicó que el desencadenante de la pelea se produjo cuando uno de los miembros de su equipo se dirigió al vestuario y fue encerrado en una habitación por cuatro componentes del FC Bada Bing, quienes "empezaron a pegarle sin otro ánimo que el de matarlo".
Fue entonces, según este componente del Rosario Central, cuando los jugadores del Bada Bing y parte de la afición fueron a sus coches a buscar los palos para continuar el ataque violento. Los miembros del Rosario Central fueron objeto de insultos xenófobos desde el inicio del partido y "ni siquiera celebrábamos los goles".
La reintegración de este equipo en la vida social "depende en gran parte de cómo respondan las instituciones", añadió el jugador. "Si hubiera habido un delegado federativo y presencia policial como solicitamos a la Federación Catalana de Fútbol, en vista de que éramos un equipo de inmigrantes que nos enfrentábamos a un equipo xenófobo, esto no habría pasado", dijo. El bufete de abogados Advocats Vosseler se ha hecho cargo de las denuncias del Rosario Central a los miembros del Bada Bing. Los Mossos d'Esquadra están procediendo a la identificación de los acusados.
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