El Deportivo, de rebajas por Barcelona





Una caricatura gallega

Tres partidos seguidos cayendo ante el Sevilla, que además habían costado la eliminación en la Copa del Rey, avisaban del bache que atraviesa el Deportivo. Sin embargo, pocos podían preveer que esas malas sensaciones iban a tomar un aspecto tan negro en el Camp Nou. Y es que el cuadro de Miguel Ángel Lotina fue a Barcelona de compras y, por la época en las que estamos, de rebajas.

Cuando a los 26 segundos Aranzubia ya salvó una clarísima ocasión de un Henry tan fallón como acostumbra, los culés sonrieron y los gallegos se echaron las manos a la cabeza. Con una fragilidad defensiva impropia de un equipo que incluso ha recibido el apodo de ‘revelación de la campaña’, el cuadro de Pep Guardiola sólo tuvo que dejarse notar con los extremos muy abiertos y así sacar a relucir las deficiencias de la zaga coruñesa.

El primero en aprovecharlo fue Messi, que agarró la pelota en banda, buscó hacia el centro su disparo y pese a que la pegó ‘mordida’, la suerte le acompañó para acabar batiendo al meta visitante. Etoo se desesperaba pidiéndole la pelota y pese a su exagerado afán de protagonismo, el argentino salvó el cabreo cuando la pelota terminó en la red.


Y allí se terminó el partido, aunque sólo era el principio de la noche de rebajas que el Deportivo iba a dejar en el Camp Nou. Un fallo grueso en el centro del campo y una mala colaboración defensiva, permitieron a Alves centrar al área y a Henry reencontrarse con el gol tras cabezazo sin impedimento alguno. Sumido en sus temores y con una actitud irrisoria, los de Lotina quisieron ampliar su propio castigo cuando justo antes del descanso, Etoo volvió a encontrar puerta tras un rechace de Aranzubia. El meta estaba desesperado con sus zagueros.

Lotina y los suyos, ni se inmutan

Con el partido liquidado, el Barcelona serenó todo lo que pudo su noche, aquella en la que los gallegos habían decidido relajarse. Tanta sensación de pasotismo dejaron los de Lotina, que incluso cayendo por tres goles, no pudo ni tan siquiera sumar una ocasión de gol y su única meta fue no embotellarse.

El público pedía a Iniesta como excusa para tener algún entretenimiento pues el Barcelona quiso dejarles una segunda mitad soporífera e increíblemente pausada. No necesitó más para crear algunas ocasiones aisladas con disparos lejanos de Dani Alves o Messi, pero los deportivistas ni se inmutaban. De echo, en una jugada con varios rechaces e indecisiones visitantes, permitió a Henry aumentar su cuenta entre la desidia deportivista.

Para caricaturizar aún más la noche, un penalti de Aranzubia a Puyol, le valió la expulsión al meta. Como Lotina ya había realizado los tres cambios, el pobre de Juan Rodríguez (con la camiseta del portero suplente Fabricio), no pudo hacer nada para evitar que Etoo le batiera con suma facilidad. Fue el finiquito más amargo para una noche donde el Deportivo fue comprando amigos en Barcelona y qué mejor época que ahora, en plenas rebajas.