Guardiola: "Que nadie espere una goleada"





"Quien espere una goleada, que se lo quite de la cabeza", insistió el entrenador, "porque el Numancia es un equipo ordenado, muy arreglado, con un gran juego posicional y con argumentos para ganar en el Camp Nou". Según Guardiola, si el Barcelona gana será "al final del partido y con dificultades". Aunque el equipo de Sergio Kresic ha sido el único capaz de ganar al Barcelona en Liga, Guardiola aparcó las ganas de vengar la derrota de Soria (1-0) explicando que, "a veces, el sentimiento de revancha te hacer perder de vista lo que realmente tienes que hacer para ganar los partidos".

Fiel a su estilo, el preparador del Barcelona huyó de la euforia y apeló a la prudencia. Recordó que en vísperas del inicio de Liga "ya leía que íbamos a ganar con facilidad en Soria y que ganaríamos sin jugar" y admitió que ahora hay "posibilidades de que vuelva a pasar lo mismo", en referencia a su única derrota en Liga. "Mis jugadores no me creerán si les digo que el Numancia es como el Real Madrid. Pero también al Madrid le íbamos a ganar 6-0 y luego pasó lo que pasó. Lo importante es que el equipo sea consciente de la dificultad y que podamos dar un paso más para tener 53 puntos a las doce de la noche de mañana y que los rivales, si puede ser, se queden a 15 de desventaja".

Da por cerrado el 'caso Eto'o'

Cuestionado por la expulsión de Samuel Eto'o del entrenamiento del pasado martes, Guardiola dio por "cerrado" el episodio y elogió el comportamiento del camerunés, "un ejemplo durante todo el año". "No es una guerra en la que me quiera gastar demasiado, pero en este caso ha sido culpa nuestra por haber dejado que se filtre a la prensa", comentó.


Guardiola destacó que el Barcelona aún tiene margen de mejora. "Existen cosas que todavía no hacemos bien", apuntó, aunque admitió que las sensaciones que emite su grupo "son muy positivas" pese a su empate sin goles ante el Espanyol en la Copa. "En Montjuïc no estuvimos finos pero los jugadores aguantaron el tipo como verdaderos hombres. Ha sido uno de los partidos que más satisfecho me ha dejado", insistió.

El entrenador del Barça defendió el rendimiento de los jugadores menos habituales, caso de Martín Cáceres o Alexander Hleb, y pidió análisis menos severos con ellos: "La tendencia es ser muy duro con un futbolista que juega poco. En ese sentido, no sois del todo correctos, hay que tener en cuenta que ellos jugarían mejor si su desagradecido entrenador les diese más continuidad".