Las filtraciones, pesadilla de Guardiola

Al técnico le preocupan que los problemas de vestuario salgan de la intimidad.





Nadie ignoraba tras la salida de Rijkaard que una de las causas fue la pérdida de autoridad en el vestuario culé. Al orange se le rebelaron los cracks, los egos se le echaron encima y la ‘manada’ de estrellas se impuso al estilo armonioso que intentaba plasmar sobre el césped. Deco, Ronaldinho y Etoo fueron los tres condenados por Guardiola tras su llegada porque ellos eran los máximos responsables de dicha rebeldía. Dos salieron al exterior por la puerta de atrás pero el camerunés se mantuvo pese a los intentos por recolocarlo a buen precio en el mercado.

Pep llegó en el calor veraniego y sólo unos días después se conoció una serie de reglas básicas que impedían a los jugadores ciertos privilegios. Ya son conocidas las ‘multitas’ por retrasos, excesos o salidas de tono y en este último se enclava la polémica expulsión del entrenamiento que protagonizó el citado Etoo esta semana.

Esa filtración a la prensa no ha gustado en absoluto al técnico barcelonés, hasta el punto que no ha tenido tapujos en dejarlo caer así en la rueda de prensa previa al choque ante el Numancia de este sábado. El acto de indisciplina del africano, sacó de sus casillas al mister, que se enfureció mucho más cuando se enteró de que ese desliz ya era sobradamente conocido por los medios de comunicación que rodean diariamente al club.

Guardiola no quiere que se le escape ni una y esta rebeldía rompe un pacto que el vestuario tenía conjurada desde principios de campaña. Allí, los capitanes dieron el beneplácito a la continuidad del punta, convencidos de que no le pasaría ni una más y asegurándose que su carácter se había serenado.


Aunque todos han querido quitar madera al asunto, lo cierto es que el seno culé está muy cabreado y caliente con el jugador, que ha vuelto a romper el pacto con sus compañeros. El trío Laporta-Guardiola- Txiki, repite fracaso. Etoo ha regresado y amenaza con repetir.