Eso impidió que el Liverpool volviera a ser líder en la Premier y el técnico Rafa Benítez podría verse tentado a hacer descansar a algunos de sus mejores jugadores para reforzar el asalto a un título liguero que no gana desde 1990, especialmente, por la cantidad de partidos que se avecinan: tras jugar contra el Everton tienen que medirse en una semana al Wigan y al Chelsea en otro duelo directo por la cabeza de la tabla.
El Everton no ha ganado en Anfield en 10 años, pese a ello, cerca de 6.000 hinchas acompañarán a los de Arteta desde las gradas.
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