"En aquella época Cristiano era un prometedor jugador de la cantera del Sporting y los médicos del club descubrieron que su corazón se aceleraba demasiado. Después de una serie de exámenes, los médicos decidieron operarle. Fue una operación hecha con láser para cauterizar la fuente del latido irregular y en la misma tarde de la operación ya estaba fuera del hospital. Además de la preocupación por saber la gravedad de la enfermedad, teníamos el temor de que tuviera que dejar de jugar. Afortunadamente todo salió bien y sólo unos días después ya estaba entrenándose de nuevo".
Además, Dolores, cuenta que Ronaldo no sabía con exactitud que sufría pero cree que tras la operación su hijo mejoró sus cualidades: "Mi hijo no era consciente de la gravedad de la situación, pero por suerte todo fue bien. Se puede decir incluso que después de la operación incluso corría más rápido".
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