El Málaga se acerca a Primera





El Málaga ha dado un paso de gigante en su camino hacia Primera División, después de vencer en Balaídos a un patético Celta, que sigue sin asegurar matemáticamente su permanencia en la categoría. Con la renta sobre el cuarto clasificado reducida a dos puntos después de la victoria de ayer de la Real Sociedad, al Málaga no le quedaba otra que ganar en Balaídos para no complicarse un ascenso que hace unos meses parecía estar asegurado. Por eso, y a pesar de las numerosas bajas con las que se presentó en Vigo el conjunto andaluz, desde el inicio del choque los pupilos de Juan Ramón Muñiz intentaron llevar la iniciativa del juego.

El técnico asturiano optó por jugar con tres volantes ofensivos por detrás del franco-marroquí Baha para reforzar el centro del campo, renunciando así a jugar con dos delanteros a pesar de los problemas de su equipo en las últimas jornadas para hacer gol. Pero el choque pudo tener un guión bien distinto nada más empezar el partido. En el minuto dos de juego, cuando todavía no habían tomado asiento todos los aficionados, el defensa portugués Paulo Jorge avisó de las intenciones del Málaga con un potente libre directo, desde el borde del área, al que respondió con una espectacular mano el meta Esteban.

Pero el Celta ni se inmutó con el primer aviso de su rival. Al equipo de Antonio López no le importó demasiado cederle el balón a su rival y esperar que la calidad de sus atacantes decidiese el choque. Y así sucedió. El primero en asustar a los malagueños fue el brasileño Diego Costa con un lanzamiento lejano que detuvo, en dos tiempos, un seguro Goitia.

Y sobrepasado el ecuador del primer acto, el chipriota Iannis Okkas, desaparecido hasta ese momento, forzó un penalti, por falta de Carpintero, que el uruguayo Fabián Canobbio no desaprovechó a pesar de que Goitia le adivinó el lanzamiento. Tras el gol celeste, el Málaga quedó noqueado unos minutos, aunque el excesivo conservadurismo del Celta le volvió a dar oxígeno. Antes del descanso, los de Muñiz gozaron de dos oportunidades a balón parado, la más clara en un cabezazo de Rosario que salvó Esteban en la misma línea de gol, pero no lograron marcar.

El paso por los vestuarios tampoco le sentó nada bien al Málaga. Los andaluces desaparecieron incomprensiblemente del terreno de juego y ni la entrada del centrocampista Sandro, que sustituyó a un desacertado Jon Erice, le dio más mordiente a su equipo. Pero el Málaga tenía enfrente al Celta, un rival acostumbrado a conceder varios regalos a sus contrincantes en cada partido. Y esta vez no fue menos. Primero los celestes se encargaron de perdonarle la vida al Málaga con tres errores en la ejecución: Núñez (m.53), Perera (m.61) y Okkas (m.62). Y en el fútbol el que perdona lo acaba pagando. El Celta se relajó, descuidó su defensa, y en cinco minutos vio cómo el Málaga le daba la vuelta al marcador después de dos errores infantiles que primero Eliseu y después Iván Rosado no desaprovecharon.

Con el marcador a su favor, el Málaga, que sólo había ganado dos veces en sus veinticinco visitas a Balaídos, replegó las líneas y se limitó a conservar un resultado que sólo peligró después de un error del meta Goitia, en el minuto 86, aunque el cabezazo de Antonio Núñez se estrelló en el poste.

Ficha técnica:

1 - Celta de Vigo: Esteban; George Lucas, Rubén, Agus, Roberto Lago; Núñez, Vitolo, Michu (Guayre, m.74), Canobbio (Jorge Larena, m.64); Diego Costa (Perera, m.58) y Okkas.

2 - Málaga: Goitia; Paulo Jorge, Rosario, Welington, Calleja; Carpintero, Erice (Sandro, m.46); Cheli (Silva, m.83), Peragón (Iván Rosado, m.57), Eliseu; Baha.

Goles: 1-0, m.27: Canobbio, de penalti; 1-1 m.64: Eliseu; 1-2, m.69: Iván Rosado.

Árbitro: Del Cerro Grande (Colegio de Madrid). Amonestó a Rubén (m.78) y Lucas (m.90) por parte del Celta, y a Iván Rosado (m.78), Silva (m.84) y Eliseu (m.90) por parte del Málaga.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésima sexta jornada de Segunda División disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 6.108 espectadores, según informó el club vigués.