Blacha será trasladado en las próximas horas a la ciudad de Wroclaw (Suroeste del país), donde será interrogado por la fiscalía nacional, informó el fiscal Edward Zalewski. El ex técnico del Wisla, que ahora se enfrenta a nada menos que 89 cargos relacionados con corrupción, ya fue arrestado en marzo de 2008, acusado entre otras cosas de amañar partidos en la temporada 2003/2004, una detención que provocó su salida del club de Cracovia en abril del pasado año.
La justicia polaca mantiene desde 2005 una guerra abierta contra la corrupción en el fútbol, que incluso supuso que la liga de Polonia, la Ekstraklasa, cuyo inicio estaba previsto a finales del pasado julio, retrasase su comienzo hasta agosto a causa de los continuados escándalos.
Esta lucha contra las prácticas ilegales en el deporte acarrea ya un saldo de cerca de 400 cargos presentados contra entrenadores, árbitros, jugadores y directivos. La guerra contra la corrupción tuvo repercusión en todo el mundo cuando el ejecutivo polaco decidió destituir a la cúpula directiva de la Federación de Fútbol (PZPN), para nombrar en su lugar un administrador que luchase de manera efectiva contra la corrupción.
La medida fue totalmente rechazada por la FIFA, que amenazó a Polonia con impedirle disputar los partidos de clasificación para el futuro Mundial de Sudáfrica si no daba marcha atrás. El gobierno polaco acabó cediendo al ultimátum de la FIFA, que además hacía peligrar la celebración de la futura Eurocopa de 2012, que en principio organizarán conjuntamente Polonia y Ucrania.
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