Con la aquiescencia del conjunto manchego del Piedrabuena, nada más dar el colegiado el pitido inicial el Talavera puso el balón el juego y le cedió al rival para inmediatamente abrazarse todos en el centro del campo, durante unos treinta segundos, mientras el rival movía el balón en su propio campo sin ninguna intención de buscar el marco contrario que estaba completamente solo y desguarnecido.
Los aficionados presentes en el municipal 'El Prado', unos 500, aplaudieron las reivindicaciones que sus jugadores realizaron con ese gesto inédito en el fútbol español, aplausos que se volvieron pitos, insultos y frases como "vagos y peseteros" por parte de esos mismos seguidores cuando el partido terminó con la derrota (1-2), sexta de los últimos siete jugados en su casa. La junta directiva del Talavera, que consideró injusta y dura la nota de prensa que su plantilla hizo pública el pasado viernes, de adoptar medidas por la deuda que mantienen con los jugadores, no se esperaba una reacción adoptada en el encuentro de ayer.
Aparte no compartir la nota de prensa del pasado viernes, la decisión tomada ayer por la plantilla fue considerado por el presidente del club, Tino Muñoz, en declaraciones a EFE, de "equivocada e inadmisible". "Equivocada porque creo que los problemas económicos o de otra índole que pueda haber en un equipo de fútbol o de otro deporte no se deben llevar a los terrenos de juego, e inadmisible porque los jugadores deben dar todo en un campo de fútbol durante todo el tiempo que dura un partido, entre otras muchas cosas, por el respeto que se merecen los aficionados que pasan por taquilla y los socios que abonan anualmente su carné", explicó.
DEJA TU COMENTARIO